Jefe del servicio de Limpieza de Fachadas
«Pintan sobre la marcha hasta nuestros camiones»
«Los que lo hacen son sólo cinco o seis grupos de chavales que, cuando les borras las gamberradas de una pared, al día siguiente las ponen todavía más grandes para que te enteres»
El trabajo de los servicios municipales de limpieza de fachadas, contratados con el grupo Urbaser, está repleto de anécdotas, algunas incluso graciosas si no fuera por lo caras que salen en dinero público. Según el jefe del servicio, José María Fernández, «los fines de semana son criminales y el resto de los días hay que tomarlos con calma, porque se puede encontrar uno con cualquier cosa». -¿Cual es la pintada más difícil de borrar que ha encontrado? -Hay una que todavía no se ha podido quitar de un monolito de la Universidad, lo mismo que ha pasado en otros monumentos. Para hacerlo habría que desbastar la piedra o poco menos que romperla. ¿De qué pintura están hechas? Parecen resinas, porque desde luego no es un spray. La cuestión es que ahí sigue. -¿Y la encontrada en el sitio más difícil? -El lugar da igual por vigilado que esté, incluso una comisaría. Pintan en medio minuto los autocares y hasta nuestros propios camiones y no serán, según calculo yo, más allá de cinco o seis grupos juveniles. Cuando borras lo que han hecho vuelven al día siguiente y te ponen las letras todavía más grandes, para que te enteres. Si antes eran de veinte centímetros, las dibujan luego de ochenta. ¿Otros lugares difíciles? Hemos tenido muchas pintadas en los puentes sobre el Bernesga que tuvieron que hacerse descolgándose con cuerdas. Hay que tener ganas. -¿Cuál es el día de más trabajo? -A partir de la noche del jueves o del viernes es mortal, así que hay que limpiar todos los lunes. -¿Y zonas de la ciudad? -Todas las zonas de copas el fin de semana y, sobre todo, el Barrio Húmedo. Hay algunas paredes que necesitan ser limpiadas hasta diez veces al año porque, por alguna extraña razón, la han tomado con ellas. Una, en particular, bate todos los records: el arco de la Cárcel Vieja en el barrio de Santa Marina. -¿Les llaman de otras ciudades de la provincia? -No, porque cada una tiene su propio servicio de limpieza. Este tipo de gamberrismo es generalizado en todas a partir de un cierto nivel de población y se da poco en las zonas rurales. -¿Aparte del clásico spray qué otros materiales se utilizan? -Todo lo que marque les va bien, así usan incluso pinturas al temple probablemente sustraídas de noche de obras próximas. En mobiliario urbano vale también algo tan sencillo como un rotulador de punta gorda, cuya mancha, aunque parezca mentira, es de las más difíciles de borrar. Todavía estamos buscando un producto de limpieza que sirva para todo.