La investigación sitúa la explosión de gas del edificio de Palencia en el tercer piso

El ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, aseguró ayer que el foco de la explosión registrada en la madrugada de ayer en el número 4 de la calle Gaspar Arroyo de la capital palentina «parece que se produjo en el tercer piso», aunque no se sabe todavía si el gas procedía de esa vivienda o de la parte inferior del edificio. Así lo aseguró ayer, en función de las últimas investigaciones de la Policía Científica desplazada hasta el lugar de la catástrofe, durante la visita que inició a las 15 horas a dicho lugar, acompañado del delegado del Gobierno en Castilla y León, Miguel Alejo, y el alcalde de Palencia, Heliodoro Gallego. «Todavía no hay conclusiones de la investigación que confirmen cuál fue la causa cierta de la deflagración», precisó Sevilla, quien añadió que lo más acertado será «esperar antes de extraer conclusiones precipitadas». «Es el momento del dolor y de estar con las familias y las víctimas», indicó el ministro, quien quiso trasladar el apoyo y la solidaridad del Gobierno de España para con los afectados y también para todos los palentinos que han sufrido esta catástrofe. En este sentido, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, lanzó ayer en Málaga un mensaje de solidaridad a los familiares de los fallecidos y a los heridos en la explosión del edificio de cinco plantas de la calle Gaspar Arroyo de Palencia. Rodríguez Zapatero expresó «el sentimiento de condolencia y de solidaridad» hacia la ciudad de Palencia y, en especial, «a las víctimas mortales». Esta tarde, el funeral En cuanto a la presencia de algún representante del Gobierno central en los funerales oficiales que tendrán lugar hoy en la Seo palentina a las 19 horas, Sevilla precisó que, por el momento, «se desconoce quien va a venir», pero «seguro que habrá representación del Ejecutivo central». Mientras tanto, los vecinos de los edificios impares de la calle Gaspar Arroyo de Palenci así como los de los bloques 8 y 10 -contiguos a los derrumbados por el siniestro- entraron durante todo el día de ayer en sus viviendas por unos instantes para poder recuperar algunos de sus objetos personales más indispensables, ya que ninguno de ellos podrá volver a su casa en los próximos días. Ropa, calzado, algunos medicamentos y electrodomésticos en buen estado llenaban las bolsas de basura con las que algunos de los 200 desalojados accedieron ayer al interior de sus viviendas, acompañados siempre por efectivos del Cuerpo de Bomberos. Para adentrarse en los inmuebles, muy dañados en las fachadas pero que conservan intactas sus estructuras, las víctimas de la explosión, que fueron pasando por la zona acordonada durante todo el día, tuvieron que acudir al punto de atención continuada establecido en el Convento de las Hermanitas de la Caridad. Allí, el personal asistencial buscaba a los responsables de los bomberos, que acudían con los damnificados al interior de las viviendas en la medida que las labores de rescate y desescombro lo han permitido. Algunas fuentes advertían ayer que el edificio colindante al derrumbado, el número seis, debería ser demolido ante el estado en el que ha quedado después de la explosión del pasado martes, pero este extremo no ha sido confirmado.