«Los esfuerzos iban dirigidos a salvar vidas»

Miguel Ángel Holguín lleva, desde el primer momento, al frente de la coordinación de los equipos de rescate e intervención movilizados con motivo de la explosión registrada ayer en la calle Gaspar Arroyo de Palencia. Confiado en su equipo, el coordinador en situaciones de emergencia y miembro de la Agencia de Protección Civil defiende la labor realizada en estas horas que para algunas familias no tienen fin. Mantiene que en estas situaciones lo fundamental es el trabajo coordinado entre todos los equipos. Aunque reconoce que no hay experiencias en sucesos como este, dic que cada equipo ejecutó su protocolo de actuación con brillantez. -En el momento en que ocurrió el suceso, ¿cómo comenzó la toma de decisiones? -Una vez que los vecinos y testigos alertaron al Servicio de Emergencias 112, desde la sala comenzó la movilización de los recursos. Los primeros en llegar fueron los efectivos de la zona (Cuerpo de Bomberos, Policía Local y Nacional) y, después, se incorporó la Unidad de Intervención y el Grupo de Rescate Urbano, que completa la estructura integrada por el Grupo de Rescate de Montaña y el Subacuático. La clave, desde el primer momento, estuvo en la coordinación y en que cada equipo sabía perfectamente lo que tenía que hacer para completar el trabajo del resto. -Pero, a falta de experiencias previas de tal calibre, ¿cómo se logra precisamente esa coordinación desde el principio? -Cada grupo de intervención tiene su propio protocolo para desarrollar una labor en grupo, todos saben lo que tienen que hacer, desde si es preciso acordonar la zona, hasta dónde deben estar las ambulancias para evacuar urgentemente a los heridos. Luego, el puesto de mando es el que coordina el procedimiento, para que la labor sea complementaria. -¿El primer momento fue el más complicado o la situación se convirtió en más compleja, a medida que avanzaron las horas y empezó el cansancio? -Todos los momentos suelen ser duros en situaciones de tal calibre y los primeros son los más importantes. Es cuando se busca, como se hizo en este caso, al mayor número de víctimas para sacarlas con vida. En estos minutos todos los esfuerzos se centraron en buscar vidas para rescatarlas y los equipos se volcaron en ello, éramos concientes de que el tiempo avanzaba en nuestra contra. En cuanto al cansancio, se intenta que no aparezca. -¿Y eso cómo se logra? -El Grupo de Rescate se organizó, como se hace siempre, con relevos y descansos, con paquetes de siete u ocho personas interviniendo y dando paso al resto. En conjunto, hemos trabajando, seguimos haciéndolo, unas 40 personas. -La clave, entonces, es ¿actuar con sangre fría y coordinación? -Trabajo sin parar y a ritmo, adaptando las tácticas en función de la situación: ahora tengo que meter un perro; es mejor utilizar las máquinas para retirar escombros, después hacerlo a mano. Sí, coordinación y planificar la intervención, sobre todo, sabiendo, como sabíamos, que teníamos muchas horas por delante, hasta encontrar a la última víctima. No hemos dejado de trabajar y seguiremos haciéndolo hasta lograr nuestro objetivo.