La nueva función de cultivar energía

La función del agricultor como piedra esencial en la configuración agroindustrial que sostiene el proceso de obtención de biocarburantes quedó ayer definida en la presentación de la iniciativa de Biodiésel Esla Campos. «Ya se habla de ellos como los próximo emires del petróleo», bromearon los directivos de las multinacionales mayoritarias en el accionariado del proyecto. Para analizar el cambio en profundidad, los responsables de Acciona y Repsol que presentaron el complejo industrial acentuaron la necesidad del compromiso de los cultivadores para poder llevar adelante el proceso de crecimiento de producción de biocombustible que se prevé para satisfacer la demanda energética del sector del transporte español. El Gobierno apoya el traspaso de los cultivos destinados a producir alimentos a los fines energéticos con cuatro contratos tipo, dos específicos para el cultivo de oleaginosas para la producción de biodiésel. «Ese es el inicio del todo; sin el campo no podríamos plantearnos ningún objetivo de sustituir los combustibles fósiles».