«Quiero que León recupere el peso que tenía antes de la autonomía»

Tranquilo, seguro y, sobre todo, confiado de que éstas serán sus elecciones, Ángel Villalba (León, 1950) está a punto de iniciar una nueva campaña electoral, la segunda como candidato a la Presidencia de la Junta, en la que asegura tener muchos retos. «Pero todos ellos los sacaremos adelante, porque tenemos ganas, proyecto y, sobre todo, el apoyo de Zapatero», asegura el candidato. -Cuatro años más y una nueva campaña electoral. ¿Cómo ve el candidato Ángel Villalba este nuevo proceso electoral? -Es una campaña muy diferente a la de hace cuatro años, en primer lugar, porque ahora estamos con un gobierno socialista en España, nada menos que el de José Luis Rodríguez Zapatero y eso para León es muy importante, y para Castilla y León, también. Además, en segundo lugar, en esta ocasión he tenido la oportunidad de poder debatir con Herrera en las Cortes y hemos aportado y controlado al Gobierno, como oposición que hemos sido. Estos dos factores, Zapatero y el escenario del debate autonómico, nos dan más posibilidades y conocimiento real de los ciudadanos. Ahora sólo espero que los ciudadanos lo entiendan y nos den su voto. -¿Cómo interpreta el rechazo de Herrera a debatir con usted? -Más allá de intuiciones personales, de que piense que es un debate que pueda perder y que con él Herrera pueda pensar que no gana nada, más allá de todo esto está el respeto a los ciudadanos y Herrera ha demostrado que no está a la altura de sus ciudadanos. Castilla y León es la única comunidad en la que no habrá debate y es así sólo por cobardía. Herrera es un candidato muy cobarde que cuando no tiene un presidente de las Cortes que le da ventaja, sencillamente no juega. -¿La confianza que tiene es mera apariencia o una realidad basada en hechos? -La confianza se tiene o no se tiene, no es un sentimiento o un estado personal que provoque. Yo estoy tranquilo y relajado y eso es lo que quiero transmitir en mi campaña y quiero que todos los que me acompañen hagan lo mismo, desde el primer día hasta el último, aquí en León. Y, sobre todo, porque me presento con los deberes hechos y con un gran partido, donde funcionamos todos como un solo hombre y como una sola mujer, a diferencia del PP, donde hemos podido ver problemas de las listas, de amistad y de coordinación entre ellos. -Pero, solo con eso no se gana. -Ya, pero eso absolutamente necesario, aunque no voy a negar que tener a Zapatero detrás te relaja y te da la confianza añadida que necesitas y la tranquilidad de saber que quien ha puesto en marcha un proyecto potentísimo de cambio social y de cambio económico es la mejor garantía que tú tienes para que los ciudadanos te voten. -¿Ésta es su última oportunidad. Siente que está ante el ahora o nunca? -No vamos a entrar en estas cuestiones, pero es mi segunda oportunidad. Eso sí, irrepetible por el escenario, porque convergen una serie de factores enormemente positivos que van, desde el cansancio de los ciudadanos que te paran y te dicen que ya está bien, necesitamos aire fresco, otras ideas, otra política, hasta el saber que con un presidente socialista se multiplicarían por tres las posibilidades de colaboración que tenemos con el Gobierno de España. -Pero, el Gobierno de España es el Gobierno de todos, también de los del PP o, al menos, así debería ser. -Y así es, que nadie lo dude y los hechos lo están demostrando, pero a nadie se le escapa que entre un Herrera enfrentado y sin interés en que el Gobierno haga nada en Castilla y León, porque él todo lo traduce a votos, los ciudadanos prefieren a un Partido Socialista, un candidato del PSOE en perfecta comunión y colaboración con el Gobierno, al que le pide, pide y pide. -Esta comunidad es tan distinta que, por ejemplo, usted ha tenido que rectificar su decisión de hace cuatro años de presentarse por Valladolid. -Hace cuatro años entendíamos que éramos mucho León y así se me veía en el conjunto de la comunidad y queríamos tener, y así lo entendió el partido, un gesto de complicidad con el resto de la autonomía que no fue ni agradecido en Valladolid ni entendido en León y está claro que no fue el adecuado. Hoy recupero lo que, en su momento, debería haber hecho: presentarme por mi tierra. Ya he pedido perdón muchas veces y disculpas a quienes me han criticado. -¿Y qué ganan León y los leoneses con esta decisión? -Mi principal cometido y mi mayor reto es la igualdad y devolver a León los 40.000 habitantes que ha perdido con los gobiernos del PP y, sobre todo, que recupere el peso en población y en empleo que tenía antes del estado de las autonomías. -¿Eso no es tanto como decir que León estaría mejor solo? -No, conmigo de presidente los leoneses se van a sentir más a gusto, porque en mi proyecto de comunidad va la incorporación de León como un objetivo fundamental y, en eso, está todo el partido de acuerdo, tal y como ha demostrado Francisco Fernández con su proyecto León Real 2010. -León-Valladolid, Valladolid-León, ¿cómo va a lidiar esa dicotomía, ese enfrentamiento cuando pudiera ser que tuvieran las dos alcaldías? -Son dos personas con una personalidad fuerte y defensoras de su tierra. Será interesante, porque veremos a dos alcaldes peleando por lo suyo y mi obligación será que el choque, en todo caso de sentimientos y de propuestas, sea lo más deportivo posible y se resuelva dentro del partido. -Acaban ustedes de reformar el Estatuto de autonomía, aunque no parece que vaya a servir para cohesionar Castilla y León. ¿Por qué empeñarse en una comunidad que no termina de cohesionarse tras 23 años de historia? -Bien, aquí debemos distinguir entre el impacto que una reforma estatutaria tiene entre los ciudadanos que, como hemos visto incluso en Cataluña, es más bien escaso, pero eso no significa que no haya que modificarlos. Esta comunidad es diferente, en el nombre, en el origen y el sentimiento y eso queda reflejado en el ámbito estatutario, sobre todo en el preámbulo, incluso en la sintaxis, por ejemplo no se usa nunca el término región. Además, se reconocen dos reinos, con su propia historia cada uno de ellos, que se unen y forman una historia común. -El leonés no se conforma sólo con esa sintaxis. -Es verdad. Ese sentimiento, esa añoranza de lo que fuimos es más fuerte en León y, simbólicamente o de forma muy aislada, en Zamora y Salamanca y eso debemos respetarlo y fomentarlo y es lo que vamos a hacer desde el Partido Socialista, porque no podemos regatear a nuestra propia historia y debemos ponerlo en valor y, para eso, vamos a poner en marcha el Instituto Alfonso IX, que el PP no ha apoyado, pero que contará con el respaldo del Gobierno, y sólo así, haciendo que León se sienta protagonista dentro de esta comunidad, volverá el sentimiento positivo y lograremos impulsar esta autonomía.