Tapas variadas
RAJOY, candidato a alcalde de ninguna parte, como Zapatero, hizo ayer campaña en León invitando a una ronda de pulpo en la plaza de toros. Acudieron algunos cientos de los suyos para regustarse con el líder, cocina rápida, porque Mariano se largaba a Oviedo dejando otra vez a Mario Amilivia contra la barrera. Que aproveche. Tan fugaz fue la visita de Mariano al pueblo de adopción de su infancia, cuando estudiaba en los Jesuitas, su padre era magistrado de la Audiencia, tenía bicicleta propia y los demás se la alquilábamos a Senén, que no tuvo tiempo más que para convocar una rueda de prensa a mediodía en la acera de Botines y darse un garbeo por el Húmedo. Si lo que buscaba era el voto de los jubiletas acertó por poco en el tendido de sol, pero, si quería el de los jóvenes que botan a brincos, se equivocó de autobús y hora, porque buho , por otro nombre el golfo , pasa tambien a las doce, pero cuando amanece la madrugada. El pulpo se vende caro y merma mucho, según me ha dicho el tabernero de cabecera, «como el PP, si sigue así». No obstante el detalle de la tapa siempre se agradece para torear en León, donde nunca ha ganado Zapatero unas elecciones aunque muchos le deseamos salir por la puerta grande, pero salir, salir, y mira que es buen mozo. Según José María Cossío, el de la enciclopedia taurina, hay que templar, pero no presisamente gaitas gallegas; parar (a Ibarretxe y Carod Rovira, en vez de las minas de carbón); y mandar, sin tanto monosabio como colocados tiene el presidente para que le cuiden el corral (hay la tira de mandados de aquí en altos cargos). En cuanto a redondear la faena, Rajoy podía haber dado en el mano a mano un pase de pecho en León. Por ejemplo brindando, sin pasarse como Aznar en los stops, por lo de Euskadi y las víctimas del terrorismo, aunque para mí quedó bien. Hay la tira de leoneses, entre maderos y gente civil, que emigró allá cuando el hambre daba más cornadas que el tricornio. A la espera de que podamos comer todos de la política se agradece la pulpada de Rajoy. A feira de votos. Vendrán luego los de la UPL y nos darán morcilla. O los del PSOE otra de callos, de los que nos pisaron en los pies a los que conocimos personalmente y de tú a tú a Felipe González y ahora a Zapatero, otro que va marcando el paso. O los de IU con un cocido. O los Verdes con un cacao mental, pero nada elemental. Perdone el lector si se pierde entre este mercado que no da abasto para electores, pero casi todo lo que se ofrece es casquería. La pota está que hierve.