Rajoy y Zapatero llevan al Congreso su bronca electoral de terrorismo

La campaña electoral se trasladó ayer al hemiciclo del Congreso. No estaban los candidatos, pero lo que se vio bien podría calificarse de mitin. Los temas tampoco diferían de lo habitual: De Juana Chaos y ANV. A 11 días de la votación, Rajoy no desaprovechó la oportunidad y preguntó a Zapatero si es bueno para el país que el Gobierno «permita» presentarse a ANV. En realidad, una formalidad para retomar el debate antiterrorista. Zapatero decidió que estaba en el Congreso y no en un pabellón deportivo y se salió del sosiego que le recomiendan sus estrategas. Acusó a Rajoy de ser el primer líder de la oposición que culpa al Gobierno de fortalecer a ETA, lo tachó de irresponsable y rechazó aplicar la Ley de Partidos «atendiendo al capricho político» del PP. La indignación de Zapatero tenía justificación si se tiene en cuenta que Rajoy lo había acusado de «no querer impugnar las listas de ETA y permitir que la organización terrorista vuelva a los ayuntamientos», lo que «fortalece a ETA». Y también de aplicar la ley «a su conveniencia» impugnando sólo algunas listas. El portavoz de CiU, Josep Antoni Durán i Lleida no dudó en aprovechar para acusar a PSOE y PP de andar a la gresca y «echarse mutuamente las culpas», con lo que hacen «un gran favor a ETA». La pulla le dolió bastante a Zapatero, que se desmarcó diciendo que es el PP el que pregunta sobre terrorismo y a él no le queda más remedio que contestar. CiU sí se había sumado a la decisión de dejar solo al PP en su pretensión de instar al Gobierno a que De Juana cumpla íntegramente su pena. Lo más suave que le llamaron el resto de los partidos al popular Alejandro Ballestero fue oportunista, hipócrita y vil.