Este censo huele a muerto
Inexplicablemente, el registro electoral de Cármenes, donde hay 430 personas para votar aunque son 410 empadronados, incluye «varios vecinos fallecidos en los años 60 y 70», alerta el alcalde
«Son al menos cuatro o cinco vecinos que ya están muertos. Además fallecieron en los años 60 y 70». El alcalde de Cármenes por la candidatura independiente CI, Donato Alonso, fue el primero que advirtió de esta situación a la Oficina del Censo Electoral. «No puedo explicar por qué, pero es sumamente curioso», relata al explicar cómo detectó que el censo electoral de su municipio incluía nombres de difuntos de hace más de 40 años. «Es la primera vez que soy alcalde y nunca me había topado con esto en mi vida, por lo que a veces no sabes cómo actuar», justifica. El segundo fenómeno que se ha dado en este ayuntamiento es la discrepancia entre los 430 electores y los 410 vecinos. Todo empezó hacia el mes de noviembre. «A partir de esa fecha empezamos a notar en el Ayuntamiento muchos empadronamientos a efectos electorales. Lo consulté con el INE de León y me recomendaron que siguiera tramitando los expedientes. Yo, como alcalde, no puedo negarle a nadie el empadronamiento si tiene aquí una vivienda». El regidor asegura que, entre las posibles anomalías, se encuentra el empadronamiento de gente que reside en Burgos, circuntancia de la que también están informados los responsables del INE. A partir de entonces de las dos cartas que ha remitido a este organismo, la oficina del censo se encargó del asunto y pidió al Ayuntamiento un informe de los empadronados que no residen habitualmente en el municipio. Fue contestado. «No hemos vuelto a saber nada más del asunto», confiesa el regidor.