Cerrar

| La radiografía | Sevilla |

El reducto andaluz del PSOE

Publicado por
Gonzalo Bareño madrid
León

Creado:

Actualizado:

El socialista Alfredo Sánchez Monteseirín intenta conseguir su tercera legislatura como alcalde de Sevilla. El actual regidor ha consolidado la emblemática capital andaluza como feudo socialista tras la etapa de la popular Soledad Becerril (1995-1999) y del andalucista Alejandro Rojas Marcos (1991-1995). El éxito de Sánchez Monteseirín en Sevilla cobra mayor relevancia dado que se trata del único alcalde socialista de una capital andaluza. El PSOE cuenta con 14 de los 33 concejales en Sevilla y gobierna gracias al apoyo de los tres ediles de IULV. Los sondeos indican que el PSOE aumentará a 15 su número de concejales a pesar de que el PP subirá también de 12 a 13. A Monteseirín le bastaría para gobernar el apoyo de los dos o tres escaños que el CIS atribuye a IU. Pero cualquier aumento del PP sobre esas estimaciones podría hacerle perder la alcaldía. El cambio de alianzas del PSOE, que en la legislatura anterior gobernó con los andalucistas, hace que éstos sean ahora más proclives a pactar con el PP. En ese caso, los andalucistas podrían hacerse con la alcaldía pese a que los sondeos sólo les otorgan tres escaños. Sería la reedición del pacto que otorgó a Rojas Marcos el bastón de mando en 1991. El ex ministro y ex secre­tario general del PP Javier Arenas ha impuesto como candidato a Juan Ignacio Zoi­do, persona de su confianza y ex delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha y Andalu­cía. Hasta el último momento, Arenas estuvo considerando al posibilidad de presentar como candidato al popular periodista radiofónico Car­los Herrera. Una de las polémicas de la campaña es el proyecto del Metro de Sevilla. La entrada en vigor de la primera línea del suburbano está prevista para septiembre del 2008. La oposición denuncia el retraso de más de dos años sobre el plazo previsto. La ciudad ha sufrido en los últimos tiem­pos un exceso de obras que provoca las quejas de muchos vecinos. El regidor socialista las justifica en la necesidad de «recuperar la autoestima».