Cerrar

Un violador de menores queda libre pese a no estar rehabilitado

Publicado por
efe | barcelona

Creado:

Actualizado:

El departamento de Justicia ha alertado a los Mossos d'Esquadra de la liberación de Alejandro Martínez Singul, el «segundo violador del Eixample», que fue condenado en 1992 a 65 años de prisión y que, tras cumplir 16 años de cárcel, ha recibido la libertad definitiva pese no estar rehabilitado. Martínez Singul, que el domingo salió en libertad de la cárcel de Quatre Camins, en La Roca del Vallès, fue condenado en octubre de 1992, cuando tenía 25 años, a 65 años de prisión por cinco violaciones y cinco agresiones sexuales a niñas y adolescentes de entre nueve y dieciocho años de edad, además de cuatro tentativas de agresión sexual y cuatro faltas de lesiones. Según informaron ayer fuentes de los Mossos d'Esquadra, el departamento de Justicia les ha alertado de la liberación de Martínez Singul, que durante todos estos 16 años no ha obtenido ningún permiso ante el riesgo de reincidencia y que pese a pasar un programa de control de conductas agresivas no se da por rehabilitado. La mayoría de los delitos cometidos por Martínez Singul tuvieron lugar entre agosto de 1989 y junio de 1991, fecha en la que fue detenido gracias a la descripción que facilitó a la policía una menor que se resistió al agresor y pudo escapar. Martínez Singul, que ya había sido detenido y condenado en dos ocasiones con anterioridad a 1991 por abusos deshonestos, acostumbraba a seguir a sus víctimas hasta sus domicilios y abusaba de ellas en el ascensor o en un rincón del edificio donde residían. El violador, que siempre negó las acusaciones y que nunca penetraba a las menores, las amenazaba con una navaja u otro objeto punzante y les hacía tocamientos, introducía sus dedos en la vagina o las obligaba a que le hicieran felaciones. Singul padecía una «neurosis grave rayana en la psicosis» que, no obstante, no afectó de forma importante a su voluntad de actuar de forma consciente en el momento de cometer los hechos, según se recogía en la sentencia en la que se le condenaba. En este sentido, el tribunal señaló en la sentencia que Martínez Singul tenía la capacidad para discernir sobre el alcance y trascendencia de sus actos, por lo que no ordenó su internamiento en un centro psiquiátrico como solicitó la defensa, que pidió su absolución.