Es uno de los imputados como autor intelectual de los atentados de Atocha
Testigos y peritos no aportan pruebas para condenar a El Haski por el 11-M
Las acusaciones admiten en privado que puede resultar parcialmente absuelto
Cuando van transcurridas 40 sesiones de la vista oral ya se vislumbra que el juicio del 11-M que puede acabar con un mes de adelanto, según el calendario previsto y ya empiezan a barajarse nombres de posibles absueltos entre los principales acusados. Uno de los que acumula más boletos para salir bien parado es Hassan El Haski, que se sienta en el banquillo como presunto promotor de los atentados de Madrid, en calidad de líder del Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM). Las acusaciones admiten en privado que, como mucho, se le podrá condenar por pertenencia a banda armada. Ayer declararon como testigos a través de videoconferencia desde París tres correligionarios y amigos suyos que le acogieron en sus domicilios particulares días antes de los atentados de Madrid. A pesar de las declaraciones inculpatorias que efectuaron ante la policía francesa cuando fueron detenidos como presuntos integrantes de la célula francesa del GICM, ayer se abstuvieron de confirmar las más comprometedoras. Attila Turk, el primero que declaró, negó haber dicho que El Haski se mostró preocupado ni inquieto cuando llegó a su casa. Además, dijo no recordar si le acogió antes o después del 11-M. Explicó que su amigo sólo buscaba alojamiento y trabajo. Admitió que, junto con Bachir Ghoumid -el islamista que anteayer se negó a declarar-, le buscó un piso donde alojarlo. También declararon los hermanos Ahmed y Youssef M'Saad, quienes admitieron que El Haski se alojó en casa de sus padres y que después del 11-M y uno de ellos dijo que le vio «normal» y que «no tenía miedo». El resto de la sesión estuvo dedicado a testimonios de peritos de acústica forense y de ADN. Identificación genética Lo más relevante fue la identificación genética de Allekema Lamari entre los restos de Leganés. Su perfil permaneció anónimo hasta mediados de octubre del 2004, fecha en que los peritos pudieron compararlo con el de sus padres tras obtener muestras del ADN los mismos en Argel. Precisaron que el grado de coincidencia es del 99,9999999999991%. Como quiera que este perfil no fue identificado hasta siete meses después de los atentados y coincide con el recogido con anterioridad en la famosa Renault Kangoo y en el Skoda Fabia, aquella difícilmente podía ser una prueba amañada, como sostienen o sostenían los defensores de la teoría de la conspiración. Estos peritos también corroboraron los informes que sitúan a Abdelmajid Bouchard y Basel Gayohun en los escenarios de los hechos.