| Reportaje | «Allende los mares» |
«No se fíen sólo de lo que prometen, que estos días prometen mucho»
Una descendiente de maragatos relata desde Argentina el doble proceso electoral que están siguiendo los leoneses afincados en este país, donde el domingo siguiente al 27-M también eligen a sus alcaldes
«Que se estudien los antecedentes de los postulantes y que no se fíen sólo de lo que prometen, porque en estos días se promete mucho. También aquí. Somos alumnos de España». El consejo a los electores lo lanza desde Argentina Amalia Martínez, descendiente de dos emigrantes de Val de San Lorenzo y con doble nacionalidad, por tanto con derecho a votar el próximo domingo. «Estamos en un alboroto constante», comenta esta leonesa en la diáspora al referise a los dos procesos municipales que está viviendo en estos días: el 27-M y el 3-J, fecha esta última en la que están convocadas las elecciones municipales argentinas. «Vivimos los dos procesos. Uno en la distancia, a través de Internet, de los canales de televisión y de lo que nos cuentan los propios familiares, y otro más de cerca, también con muchas promesas». Amalia Martínez, hija de Manuel Martínez Genjo y Amalia de Cabo Ares, es la secretaria del Centro Maragato Val de San Lorenzo en Buenos Aires. Los miembros que controla esta entidad reciben todo la información electoral del 27-M a través de la Federación de Casas Regionales Castellanas y Leonesas, vinculada a la Junta de Castilla y León. No en vano, el consejero de Presidencia y Administración Territorial, Alfonso Fernández Mañueco, vendía su gestión el pasado Viernes Santo en Argentina, donde convocó a todas las asociaciones de emigrantes de la comunidad. «Nos habló de lo que había hecho la Junta, nos leyó el Estatuto y nos prometió la tarjeta sanitaria para que cuando viajemos a España podamos ser atendidos en Castilla y León. Pero no nos dijo cuándo pensaban hacerlo», confiesa Amalia. Según ella, además de la normativa electoral española, los ayuntamientos también han enviado las listas. A miles de kilómetros, la visión que tiene esta descendiente de maragatos sobre el ámbito rural de León no difiere mucho de la realidad. «Los pueblos, como aquí, están absorbidos por las ciudades y se han quedado sin juventud».