Pedáneos, los políticos de a pie

Cuatro de cada diez pueblos leoneses con junta vecinal -un total de 524- no tendrán que esperar a abrir la urna para saber quién va a ser su alcalde en los próximos cuatro años. Se trata de aquellas localidades en las que tan sólo se presentó una candidatura para las elecciones del 27-M. El Partido Popular se adjudica 260 de estas juntas vecinales con candidato único, el PSOE 195 y otros partidos 69. Otras 631 juntas vecinales tendrán que esperar al escrutinio del domingo para saber cuál de los aspirantes será el nuevo alcalde pedáneo. Además, en otros 80 pueblos no se celebrarán las elecciones por falta de aspirantes. Estas localidades tendrán una segunda oportunidad en el plazo de seis, tal y como marca la ley electoral. León cuenta con 1.235 entidades locales, tres menos que en el 2003 ya que se han disuelto en este período las juntas vecinales de Castrillo del Monte y Folgoso, en Molinaseca, y de Santa Elena de Jamuz, según datos de la Delegación de la Junta. En total, serán elegidos 2.782 vocales que, en muchos casos, decidirán quién será el alcalde pedáneo. Son 80 representantes menos que los elegidos en las elecciones municipales del 2003. Las juntas vecinales son la versión moderna del sistema concejil leonés, aquel en el que los vecinos reunidos en concejo abierto decidían sobre los destinos de su pueblo. Tienen fama de ricas, porque poseen un ingente patrimonio (el 80% de los montes de utilidad pública entre otras propiedades), pero las hay pobres de solemnidad, incluso de habitantes. León es la provincia de Castilla y León que cuenta con un mayor número de entidades locales menores. Sus competencias, fijadas en el ley de bases de régimen local, se centran en la administración de los bienes comunales, en los caminos y las fuentes. Además, pueden asumir otras actividades por delegación de los ayuntamientos. Algunas perviven incluso sin población. Es el caso de las juntas vecinales de Santibáñez de Montes, en Torre del Bierzo, y de Montes de la Ermita y Urdiales de Colinas en Igüeña. La despoblación, explica Marcelo Alonso, del PSOE, «hace cada vez más difícil llegar a todos los pueblos, pero lo más preocupante y peligroso es el interés de gente de fuera por los cotos de caza y otras propiedades». Para atajar este fenómeno que amenaza a muchas entidades locales el PSOE propone una federación de juntas vecinales y un gabinete específico de asesoramiento en las diputaciones provinciales para ayudar a las juntas «a planificar la gestión de todos sus recursos que, como la limpieza de la madera, pueden tener salida con energías alternativas como la biomasa». Para el Partido Popular, la importancia electoral de las juntas vecinales es obvia. Cipriano Martínez comentó al respecto que «las juntas vecinales son las propietarias de todos los bienes en los pueblos y hay ayuntamientos que no tienen nada». Sin embargo, el representante del PP no quiso realizar ningún comentario acerca de la postura de su partido en relación con las necesidades de las juntas vecinales. Actualmente, el Servicio de Asistencia a Municipios de la Diputación es el único centro de apoyo provincial a las entidades locales menores de la provincia.