El modelo Barberá, a toda vela

La Copa América es el culmen del modelo de urbe impuesto por la popular Rita Barberá en sus 16 años como alcaldesa de Valencia. Los sondeos la lanzan a toda vela a revalidar el que será su quinto mandato y su cuarta mayoría absoluta. Como rival tiene a otra mujer, la socialista Carmen Alborch. Los sondeos no dan muchas esperanzas a la que es la quinta candidata que el PSOE presenta para medirse con la edil popular desde 1991. El objetivo de la ex ministra de Cultura pasa por arañar votos e incrementar en al menos tres concejales la representación socialista. Esquerra Unida, en coalición con Els Verds e Izquierda Republicana, también ha renovado su cabeza de lista, Amadeu Sanchis, quien defiende que serán la clave para propiciar un cambio en la alcaldía y establecer políticas hacia la izquierda. Sin embargo, si las encuestas aciertan, ningún asiento se moverá en el ayuntamiento de la capital de Turia: el PP mantendrá sus 19 concejales, los socialistas, doce y EU, dos. Durante la campaña, Barberá se ha cansado de rebajar la euforia. «Nada está decidido ni ganado. Y no sobra ningún voto», afirmó en la fiesta de la familia organizada por el PP el domingo y repitió el martes en la plaza de Toros ante la mirada de Mariano Rajoy. Alejada de las sospechas de corrupción que salpican a varios de sus colegas populares, Rita Barberá sigue sin perder votos entre los valencianos pese al desgaste de sus cuatro legislaturas. La candidata se ha beneficiado del tirón electoral de grandes eventos -como la visita del Papa- o competiciones deportivas que tienen o tendrán lugar en la ciudad, desde la Copa del América al proyectado circuito de Fórmula 1. La famosa copa de vela ha dado a un claro empujón a la ciudad, que ha conllevado la transformación de su fachada marítima, así como algunos enfrentamientos entre la alcaldesa y el ministro Jordi Sevilla. El impacto económico previsto, según un estudio de las Cámaras de Comercio, se cifra en unos 3.000 millones de euros y ya se ha generado 52.000 empleos desde que se anunció que Valencia sería sede. Hace tiempo que la ciudad ha apostando por el turismo como su principal atracción.