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Centenares de personas pasaron la noche del martes en vagones y estaciones ferroviarias

La lluvia corta la conexión por tren de Madrid con Levante y el Sur El agua y el granizo arrasan 60.000 hectáreas en Castilla- La Mancha

Miles de pasajeros afectados tuvieron que ser trasladados por rutas alternativas

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Gonzalo Bareño - redacción | madrid
León

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El fuerte temporal que afecta a gran parte de la Península causó ayer estragos en numerosas regiones españolas. Las lluvias torrenciales anegaron extensas zonas de cultivo en Castilla-La Mancha, donde los daños materiales también fueron cuantiosos debido al al agua, el viento y la lluvia. El temporal provocó también la paralización de las comunicaciones ferroviarias de Madrid con Levante y el sur debido a las inundaciones de las vías. En la capital, la lluvia provocó nuevas inundaciones en varios tramos de la vía de circunvalación M-30 y en tres estaciones de metro, una de las cuales, Marqués de Vadillo, tuvo que ser cerrada. A última hora de ayer, las comunicaciones ferroviarias de Madrid con Murcia, Comunidad Valenciana, Almería y Jaén permanecían cortadas. Las fuertes lluvias caídas en la localidad de Alcázar de San Juan, en Ciudad Real, interrumpieron incluso el plan de transporte alternativo que Renfe había puesto en marcha para conectar la capital con Levante. Desde la noche del martes, la compañía estuvo desplazando a los viajeros por la línea de alta velocidad entre Madrid y Ciudad Real en trenes Ave para, desde allí, realizar un transbordo a otros trenes con destino a Valencia, Almería, Jaén y Alicante. El plan previsto para los enlaces de entrada a Madrid era la misma, pero a la inversa. La conexión era imposible entre Madrid y Murcia, por lo que Renfe ofrecía un traslado por carretera. En cuanto a la comunicación de Madrid con Almería, los viajeros se desplazaron desde la capital hasta Córdoba en trenes AVE y desde allí por carretera hasta Almería, mientras que aquellos que lo hacían en sentido inverso llegaron en tren hasta la estación de Linares-Baeza y desde allí por carretera a su destino. En la la provincia de Jaén, las inundaciones cortaron la vía entre las localidades de Siles y Marmolejo, lo que afectó a un tren de media distancia entre Jaén y Sevilla, cuyos viajeros fueron transportados por carretera. Renfe seguía trabajando ayer para restablecer al menos estas rutas alternativas. El número de trenes afectados por la interrupción de las líneas superaba en la tarde de ayer los 28 convoyes y el total de pasajeros que tuvieron que ser atendidos ascendía a 2.500. Los problemas en la línea férrea comenzaron la noche del martes. Los empleados de Renfe tuvieron que recolocar en autobuses y en otros trenes con rutas alternativas a más de 3.500 pasajeros afectados. En total fueron once los trenes que quedaron atrapados por la lluvia. Cerca de un millar de personas tuvieron que dormir en vagones y estaciones ante la imposibilidad de buscarles un lugar de descanso alternativo. La lluvia caída sobre Madrid y su región provocó 135 accidentes, sin heridos graves, y colapsó las principales carreteras de acceso a la capital que alcanzaron en la hora punta matinal retenciones kilométricas. Las inundaciones causadas al reventar un colector de saneamiento exterior provocaron el cierre de la estación de metro de Marqués de Vadillo, de la línea 5. El resto del servicio de esa línea funcionó con normalidad. Además de los problemas en las comunicaciones, las tormentas de lluvia y granizo dañaron miles de hectáreas de cultivo en varias comunidades. El temporal se cebó en las provincias de Jaén, Ciudad Real, Albacete, Toledo, Madrid, Ávila y Segovia. En algunas de estas zonas se superaron registros históricos de lluvias que no se habían alcanzado desde 1951. En la localidad de Villarrubia de los Ojos (Ciudad Real), las inundaciones llegaron a los tres metros de altura y los daños fueron cuantiosos en los cultivos. Las pérdidas económicas sólo en ese pueblo se cifran en nueve millones de euros, por lo que se pidió la declaración de zona catastrófica. Las organizaciones agrarias y los Gobiernos regionales evalúan los daños y ya se han anunciado ayudas económicas para los afectados. Según explicó el vicepresidente primero del Gobierno de Castilla-La Mancha, Fernando Lamata, la lluvia y el pedrisco de los últimos días han afectado en esa comunidad a unas 60.000 hectáreas de cultivo. El sindicato agrario Asaja amplió el área perjudicada por encima de las estimaciones del Ejecutivo regional y contó 120.000 hectáreas sólo en Ciudad Real.

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