El «heredero» de Joan Clos

Horizonte despejado para el PSC: Barcelona, tradicional bastión socialista, seguirá siéndolo cuatro años más salvo enorme sorpresa. Tras una campaña inusualmente calmada, nadie parece en condiciones de arrebatar el bastón de mando a Jordi Hereu, quien podría completar tres décadas de hegemonía socialista en la capital catalana tras Narcís Serra, Pasqual Maragall y Joan Clos. Para Hereu, aún desconocido incluso para muchos barceloneses, el desafío consiste en sellar en las urnas su elección como sucesor de Clos, ya que en agosto se convirtió en un alcalde no elegido por los vecinos. Más bien hizo honor a su apellido, que en castellano significa heredero. Hasta ahora sólo ha heredado el cargo. Y quiere ganárselo con votos. Su gran rival es Xavier Trías, candidato de CiU, que reta al tripartito barcelonés (PSC-Esquerra-Iniciativa) en una plaza complicada. Pero los sondeos no le dan gran opción. Para el PP, cuyo candidato se identifica con Sarkozy, y Ciutadans, que esperan movilizar a los decepcionados, parecen reservados papeles secundarios.