La lluvia arrasa más de 400.000 hectáreas en Castilla-La Mancha El Consejo de Ministros aprobará hoy ayudas urgentes para la zona

Las lluvias torrenciales continuaron ayer en buena parte de la Península, con especial incidencia en Castilla-La Mancha, en donde se activó el Plan de Emergencias tras registrarse numerosos daños en los cultivos, además de en viviendas e infraestructuras. La situación era especialmente dramática en las localidades de Alcázar de San Juan y Campo de Criptana, en la provincia de Ciudad Real, donde fueron evacuadas cientos de personas. En Alcázar de San Juan barrios enteros quedaron anegados. Sólo el dique de contención formado por las vías del tren impidió que una balsa de agua próxima de un millón de metros cúbicos arrasara el pueblo. La bajada de un metro en el nivel de inundación permitió que algunas de las 500 personas que habían sido evacuadas regresaran a sus casas. La Junta de Castilla-La Mancha cifró en 400.000 el número de hectáreas de cultivo que han sido arrasadas por la lluvia y el granizo en la Comunidad. Una cuarta parte de los viñedos de la región, unas 136.000 hectáreas, se han perdido, lo mismo que otras 300.000 hectáreas de herbáceos. Los 180 litros por metro cuadrado registrados en algunas zonas manchegas superan toda el agua caída en esa misma zona en el 2005. Perdida la cosecha del Jerte El temporal se cebó también en el Valle del Jerte, en Extremadura, donde casi el 70% de la cosecha de sus famosas cerezas ha resultado arrasado. Las malas predicciones meteorológicas hacen que los agricultores teman daños aún mayores durante el fin de semana. Hasta el momento, según los datos de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), las pérdidas por el temporal se elevan a 18 millones de euros sólo en lo que afecta a la cereza del Jerte. La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) calcula que las pérdidas sufridas en el sector agrario por el temporal en toda España «no serán inferiores a los 300 millones de euros». La organización agraria advierte además de que «la situación actual en la contratación de seguros agrarios hace imposible que el sector pueda afrontar estas pérdidas», por lo que solicitaron ayudas a las distintas administraciones. En lo que se refiere al transporte, las comunicaciones por tren entre Madrid y Levante continuaban ayer cortadas. Ni siquiera las rutas alternativas planteadas por Renfe pudieron llevarse a cabo, por lo que a los viajeros sólo les quedó la opción de cambiar las fechas de sus billetes, canjearlos o, en el caso de que su destino fuese Jaén o Almería, optar por utilizar la línea de alta velocidad a Córdoba. Debido a que las lluvias no cesaron durante todo el día, Renfe no pudo siquiera plantearse el arreglo de los tramos afectados y no tiene tampoco previsión de cuando puede restablecerse. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el de Castilla-La Mancha, José María Barreda, mantuvieron ayer una conversación telefónica en la que el jefe del Ejecutivo nacional fue informado de la situación de los pueblos de La Mancha perjudicados. En esa charla, Zapatero confirmó a Barreda que hoy mismo el Consejo de Ministros aprobará un decreto de ayudas a los afectados. En su comparecencia ante los medios de comunicación, Barreda explicó que esta no es la típica tormenta de primavera, sino «un fenómeno atmosférico extraordinario: una borrasca procedente del Norte de África y que lleva varios días estabilizada sobre Castilla-La Mancha. De ahí que sus efectos estén siendo devastadores». El portavoz del Consell de la Generalitat valenciana, Vicente Rambla, pidió ayer la dimisión de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, por los «importantes perjuicios» que están sufriendo en los últimos días los usuarios de ferrocarril de las líneas que unen Madrid con la Comunidad Valenciana, debido a los problemas derivados del temporal.