Madrid y la abstención le dan a Rajoy la primera victoria del PP en la era Zapatero

La jornada de ayer supone un ligero espaldarazo para la dura estrategia de oposición del PP, mientras que el PSOE habría pagado la política antiterrorista de Zapatero La diferencia de votos entre PP y PSOE se cimenta en la abstención y en la arrolladora victoria de Alberto Ruiz Gallardón frente a Miguel Sebastián El PSOE perdió ayer las primeras elecciones desde que en junio del año 2000 José Luis Rodríguez Zapatero accedió a la secretaría general del partido al obtener en las municipales 125.000 votos menos que el PP de Mariano Rajoy, con una diferencia entre ambas formaciones de apenas el 0,6%. Desde el inicio de la democracia, el resultado de las municipales siempre ha servido como adelanto de lo que ocurre un año después en las generales. La norma se mantuvo incluso en el 2003, cuando el PSOE ganó los comicios pese a que entonces Zapatero aún no era favorito en la carrera hacia la Moncloa. Leídas como unas primarias y en clave estatal, las elecciones de ayer suponen un ligero espaldarazo para la dura estrategia de oposición puesta en marcha hace tres años por los populares, mientras que el PSOE habría pagado en las urnas la política antiterrorista de Zapatero. La exigua victoria del PP en votos no se traduce, en cambio, en cuota de poder autonómico y local, puesto que la formación que dirige Mariano Rajoy pierde el decisivo Gobierno de Navarra -con la franquicia UPN- y no logra arrebatarle al PSOE ninguna comunidad de las que estaban en el aire, como Asturias o Castilla-La Mancha. Además, los socialistas mantienen las 18 capitales de provincia en las que gobernaban, y reconquistan plazas como Santander, León, Vitoria o Las Palmas, gracias a su mayor capacidad para poder alcanzar pactos electorales con otras formaciones. En total, los populares pierden una decena de alcaldías de ciudades importantes. La diferencia de votos entre PP y PSOE se cimenta sobre todo en dos factores clave. Por una parte resulta decisiva la abstención, cuatro puntos superior a las municipales de hace cuatro años, y que alcanzó su cota máxima en Cataluña -con una participación del 40,5%, nueve puntos menos que entonces-. En Madrid, en cambio, acudieron a las urnas el 66,6% de los ciudadanos. Batacazo del asesor La arrolladora victoria de Alberto Ruiz Gallardón -que superó a Aguirre en 12.000 votos- frente a Miguel Sebastián en la carrera por la alcaldía de Madrid también es clave a la hora de efectuar el cómputo global: el candidato popular obtuvo el respaldo del 54% de los madrileños y contará con 34 concejales, tres más de los que tenía, mientras que el ex asesor económico de Zapatero se quedó en 18 ediles, dos menos de los que Trinidad Jiménez obtuvo en el 2003, y ello a pesar de que en estos comicios se elegían dos concejales más. En Cataluña, Convergencia i Unió fue la fuerza más votada pero perdió a manos del PSC la alcaldía de Tarragona, la única capital que le quedaba en su poder, y probablemente perderá las diputaciones de Tarragona, Lérida y Gerona. En Barcelona, Jordi Hereu se mantendrá al frente de la alcaldía. Los resultados de anoche demuestran también la habilidad de Batasuna a la hora de confeccionar las listas limpias.