Un estudio sobre el Senado propone cambios que den peso a los territorios
Un estudio sobre la reforma del Senado propone que los senadores sean elegidos de forma directa en los mismos comicios en los que se renuevan los parlamentos autonómicos, y que las circunscripciones electorales sean las propias comunidades autónomas, a fin de dotar a la Cámara Alta de más peso territorial. Catedráticos universitarios de Madrid y Salamanca han elaborado este informe, hecho público ayer por la Fundación Alternativas y que será entregado próximamente al Gobierno, al presidente del Senado y a los grupos parlamentarios, tal y como anunció el vicepresidente de esa entidad, Nicolás Sartorius. En la presentación del estudio, Sartorius consideró que la reforma del Senado es una «asignatura pendiente» de cuya necesidad «todo el mundo habla pero nadie lo hace», aunque aseguró que los grandes partidos sólo se decidirán a afrontarla cuando «sientan la necesidad de un Senado que responda al alto grado de descentralización» del Estado y constaten la dificultad de «mantener diecisiete bilateralidades». Los autores del estudio, los catedráticos Alberto Penadés e Ignacio Urquizu-Sancho, parten de la convicción de que con el actual sistema electoral provincial «se igualan circunscripciones muy desiguales». Elección de senadores Estos catedráticos proponen que en cada comunidad se elija a un senador fijo, más uno por cada 200.000 habitantes, además de otras modificaciones en un nuevo sistema en el quedarían excluidas las listas que no obtengan el 5% de los votos válidos o un senador directo. Ceuta y Melilla elegirían dos senadores cada una, según los autores, que llaman la atención sobre el bipartidismo del Senado actual, más marcado, a su juicio, que en el Congreso, donde hay más representatividad territorial. Los autores abogan por modificar también las funciones del Senado para afianzar su carácter territorial y, para ello, debería tener mayor poder sobre la elaboración de los estatutos de autonomía, los hechos diferenciales (lenguas cooficiales, foralidad, régimen fiscal, etc...) o sobre las proposiciones de ley de las asambleas autonómicas. El estudio apuesta además por una cámara de deliberación para materias que aconsejan un debate «más pausado» y, por tanto, se debería aumentar el tiempo del que dispone para estudiar las leyes.