Un juez impide la salida de Bolivia del empresario español absuelto dos veces por matar a un fiscal
El empresario español Javier Villanueva no podrá regresar a su país esta semana, como tenía previsto tras ser absuelto por segunda vez de la acusación de matar a una fiscal en 2004, porque un juez se opone a levantar la prohibición de que salga de Bolivia. Villanueva confirmó por teléfono, desde la ciudad oriental de Santa Cruz, que no va a poder usar el billete de avión que tenía reservado para viajar junto con su novia a su ciudad natal, Sevilla, este viernes. El empresario, de 30 años, confesó que ha pasado de estar «ilusionado» a estar «otra vez en la lucha» por regresar a España, donde su familia y numerosos medios de comunicación esperaban su llegada. La policía boliviana detuvo a Villanueva el 28 de abril del 2004, dos meses después de la explosión de una bomba que mató a la fiscal Mónica Von Borries en pleno centro de Santa Cruz, y fue acusado de pertenecer a la banda que perpetró el atentado. La Corte Superior de Distrito de esa población lo absolvió la semana pasada del delito, con dos jueces que dictaminaron a su favor y el tercero en contra, decisión que ratificó un fallo de inocencia que se había emitido en primera instancia en marzo del 2006. El magistrado que se mostró en desacuerdo con la absolución se niega ahora a firmar el levantamiento de la «orden de arraigo», que impide al español salir de Bolivia, según Villanueva. El abogado del empresario, Julio Egüez, ha presentado un recurso de amparo constitucional ante ese órgano judicial, con el argumento de que la decisión del magistrado de no levantar la citada medida cautelar es «ilegal». Villanueva acusó al juez de «inventar» argumentos para mantenerle retenido en Bolivia y lo atribuyó a la amistad que éste mantiene con el padre de la fiscal asesinada. Agregó que no sabe todavía cuándo podrá regresar a Sevilla, ya que ahora «todo depende» de que prospere el amparo presentado por su abogado. La fiscalía atribuye el atentado que mató a la fiscal Von Borries a una banda presuntamente liderada por el italiano Marco Marino Diodato, fugado desde 2004, y considera que Villanueva también estaba vinculado al crimen. También están acusados los brasileños Ricardo Borba y Sandro Carvalho, que huyó de la cárcel en septiembre de 2005.