Doce personajes para un juicio

Más de tres meses de sesiones, con todas las cámaras y plumas de España pendientes de cada pequeño detalle, han aupado a una serie de personas al papel de protagonistas del juicio del 11-M. F.J. Gómez Bermúdez El protagonista absoluto Ni sus más acérrimos enemigos ponen en duda que el presidente del tribunal, el magistrado Francisco Javier Gómez Bermúdez, se ha convertido en apenas unos meses no ya en el protagonista más destacado del juicio, sino en toda una personalidad nacional. Javier Zaragoza La estrella invitada Cada vez que apareció por la sala al fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, los asistentes al juicio supieron de inmediato que era un día grande y la sesión sería movida. Zaragoza ha dosificado sus comparencias como si de una rutilante estrella invitada se tratase. Rafá Zouhier El «superinocente» «Se expulsa a Zouhier de la sala, ya estoy harto de sus gestos». «¿Quiere callarse de una puñetera vez?». «Estése quietecito un rato». No ha habido día en que Rafá Zouhier, el acusado más histriónico, haya dejado de captar la atención del juez Gómez Bermúdez y por ende del resto de la sala, con la simpática cháchara y aspavientos con que trata de demostrar que es «superinocente». E. Suárez Trashorras Degeneración a la vista Emilio Suárez Trashorras, ex minero asturiano, ha sufrido un agudo proceso de degeneración física y psicológica a lo largo de los más de tres meses de juicio. El hombre de verbo rápido y respuestas firmes que sorprendió a la sala con su declaración en los primeros días de la vista ha ganado kilos con el paso de los meses y su mirada se ha ido nublando. La razón la reveló hace unos días el psiquiatra de su defensa que le examinó: el acusado está recibiendo una dosis mayor de la medicina que toma contra su enfermedad mental. Hassan el Haski Cabecilla huelguista El ascendiente de Hassan el Haski sobre el resto de acusados islamistas quedó más que patente en la huelga de hambre que acaudilló. Logró de inmediato el apoyo de los otros dos acusados de idear la masacre de los cercanías (Youssef Belhadj y Rabei Osman El Egipcio ), lo que dejó en la sala la sensación de que no iban desencaminadas las acusaciones que les adjudican un papel de liderazgo dentro del movimiento yihadista en Europa. Gonzalo Boyé Acusador incisivo Gonzalo Boyé ha resultado ser el interrogador escoba de la Fiscalía. Por este sobrenombre conocen algunas defensas al letrado chileno que, desde su posición de acusador particular, ha realizado algunas de las preguntas más incisivas que se han polanteado durante el juicio. Andreas Chalaris «¿Ricuerda siñor..?» Las intervenciones de Andreas Chalaris, defensor de Rachid Aglif, han aportado la principal nota de color al juicio. Su particular forma de comenzar los interrogatorios se ha hecho muy popular y los «¿Ricuerda, siñor,...?» no han parado de resonar en los grupos de abogados, periodistas y público. José María de Pablo La cara desencajada Si alguien ha salido escaldado del juicio del 11-M, ése ha sido José María de Pablo, el letrado de la asociación minoritaria de víctimas de la masacre. Más allá de que su tesis sobre la participación de ETA en los atentados no haya tenido ningún respaldo probatorio, De Pablo ha destacado por provocar algunas de las intervenciones más duras y cortantes del presidente del tribunal. José Luis Abascal El sustento de la conspiración José Luis Abascal, letrado de los supuestos autores materiales Jamal Zougam y Basel Ghalyoun, ha sido el principal sustento de la teoría de la conspiración dentro y fuera del juicio. El derecho a la defensa le ha favorecido con un amplio margen para lanzar sus no pocas veces retorcidas cuestiones e insinuaciones. A. Díaz de Mera El testigo desobediente Agustín Díaz de Mera, ex director general de la Policía y europarlamentario del PP, es el único testigo que se ha atrevido a desobedecer al tribunal. Su empecinamiento inicial en no dar a conocer la supuesta fuente policial que le había revelado la existencia de un informe sobre la relación de ETA con el 11-M le ha valido una multa y un proceso por desobediencia grave. Miguel Utrera El leonés que sobrecogió Miguel Utrera, víctima del 11-M de raíces leonesas, protagonizó el momento más emocionante vivido en la sala de vistas. Una tormenta comenzó a atronar sobre la Casa de Campo mientras este estudiante retrotrajo a la sala a la mañana del 11-M: «Era un baile de sonámbulos, todos mirábamos a la nada», dijo a un auditorio sobrecogido. Inspector 84.128 El lamento sincero El inspector 84.128 de la unidad de la Policía especializada en la persecución de los movimientos yihadistas llevaba años investigando a varios de los autores de la masacre, pero nunca sospechó lo que tramaban. «La gran faena es que siempre fuimos un paso por detrás», se lamentó con una sinceridad desarmante.