«Brinden conmigo: ¡por España!»

- «¡Atención! ¡Su Majestad el Rey!» Si Alfonso VII hubiera entrado en condiciones similares al claustro del Hostal de San Marcos en el siglo XII, quizá el silencio hubiera sido similar, pero nunca idéntico. León tuvo 22 reyes antes que Castilla leyes y por eso sabe qué se cuece cuando anda la Corona de por medio. Y por eso lo valora. Así que cuando el Borbón padre y el heredero accedieron al cóctel de honor que ofreció la Casa Real al término de los actos, hasta el ambiente se cuadró. No fue miedo, fue respeto, que tiene más valor. Sólo una formalidad rompió los corrillos improvisados que adornaron el ágape con que Don Juan Carlos y el Príncipe Felipe agasajaron a las personalidades asistentes al desfile. «Quiero agradecer a los leoneses el comportamiento que han tenido durante la celebración de los actos del Día de las Fuerzas Armadas, y lanzar un brindis por el Rey», apuntó el ministro de Defensa, José Antonio Alonso. «Que el brindis sea por España», respondió escueto el monarca. «¡Por el Rey!». «¡Por España!» contestaron los invitados. Sonó con la misma fuerza que los juramentos del medievo. El tiempo y las ocupaciones han castigado más de lo que parece al Capitán General de Todos los Ejércitos, vestido de uniforme impoluto para la ocasión. Saludó en persona a la concurrencia entera y disculpó la ausencia de la Reina, muy cansada. Así que el papel estelar quedó en manos del Rey del Siglo XXI. Don Felipe de Borbón y Grecia tiene encanto personal, sabe manejarse en las ocupaciones propias de su condición y no puede negar que le encantan las obligaciones de Jefe de Estado en ciernes. Se trata de rodearlo de buenos vasallos: ya hay buen señor. Para la historia «Este es un día histórico para León», sentenció el alcalde en funciones de la ciudad, Mario Amilivia. «Nunca antes los leoneses habíamos disfrutado de la presencia de los Reyes y el Príncipe a la vez en un acto oficial, y creo que todo lo que ha ocurrido aquí este fin de semana, lo recordaremos durante muchos años». Miguel Martínez, secretario provincial del PSOE, redundó en la idea: «León ha vuelto a vivir una jornada histórica. El día de las Fuerzas Armadas ha llenado los hoteles de la ciudad y ha dado a conocer nuestra tierra en todo el mundo». Para el delegado de Gobierno en la comunidad, Miguel Alejo, la principal satisfacción es la del deber cumplido. «Todo ha salido perfecto, y esa es la mayor alegría que puedo llevarme. León ha disfrutado». Se fue la Familia Real, y los invitados abandonaron tan magno recinto. Quedará el recuerdo. «Agradezco a León su gran comportamiento» JOSÉ ANTONIO ALONSO Ministro de Defensa