El recluso rechazó las posibilidades de control telemático en su casa
La Junta de Tratamiento del Centro Penitenciario Madrid VI (Aranjuez) concedió el pasado 1 de marzo a De Juana Chaos la clasificación en segundo grado con una condición: que se sometiera a «seguimiento telemático continuado» una vez que recibiera el alta hospitalaria y fuera trasladado a su domicilio, del que sólo podría salir con la autorización del centro penitenciario que le correspondiese en el País Vasco. Esta medida está prevista en el artículo 86.4 del reglamento penitenciario. Entre los dispositivos de control telemático se encuentran las pulseras o tobilleras electrónicas y el sistema de reconocimiento de voz. Con este último sistema, el preso graba varias frases en un sistema informático que luego debe repetir cada vez que un ordenador, de forma aleatoria y en varias ocasiones a lo largo del día, llame a su casa. De Juana rechazó someterse a ambos sistemas de control telemático. Obtenido el aval judicial, Iñaki de Juana Chaos llegó a la prisión minutos antes de las 18.30 horas en una ambulancia de Osakidetza (Servicio de Salud vasco), que había partido pasadas las 13.00 horas del Hospital Donostia de San Sebastián. La comitiva policial estuvo escoltada por un vasto operativo de protección, primero de la Ertzaintza y luego seguida por las fuerzas de seguridad del Estado.