El fin de la tregua precipitó su captura ante el riesgo de que cruzaran a España para atentar
Detenidos en Francia tres etarras que eran vigilados desde hace semanas
Pertenecen al aparato militar y tenían una pistola, carnés falsos y 9.000 euros Informador no fic
La ruptura formal de la tregua por parte de ETA precipitó la detención, sólo 54 horas después, de tres presuntos activistas del aparato militar que eran vigilados desde hacía cinco semanas, ante el riesgo de que cruzaran la frontera por el Pirineo aragonés para cometer atentados en España. Los supuestos militantes liberados (a sueldo de la organización y fichados por la policía) Alaitz Areitio, Arrano, Igor Igartua, David, y Aitor Lorente, tenían un revólver, documentos de identidad españoles falsos y 9.000 euros en efectivo en la vivienda que ocupaban en Bagnères de Bigorre, al sur de Lourdes.Un equipo de investigación francoespañol, con la misión de prevenir posibles atentados contra la Copa América en Valencia y otros objetivos potenciales, dio a primeros de mayo con el hilo que condujo al desmantelamiento de un comando en fase embrionaria, que estaba a la espera de recibir órdenes para pasar a la acción armada. En el marco de su trabajo en zonas sensibles de los sectores fronterizos, los agentes se toparon de manera fortuita, según fuentes de la investigación, en las calles de Bagnères de Bigorre con una pareja a la que reconocieron como militantes de ETA. Verificaron que se trataba de Alaitz Areitio, sospechosa de haber disparado a una patrulla de gendarmes en el 2004, y de Igor Igartua, condenado en rebeldía a un año de prisión en París. Fotografías recientes de ambos habían sido intervenidas al aparato de falsificación. Los sospechosos residían desde el 2 de mayo en un cámping de esa localidad del departamento de Altos Pirineos y habían presentado al gerente documentos de identidad falsos. En el curso de los seguimientos, asistieron a sus gestiones para alquilar una vivienda en el casco urbano hasta que formalizaron el arrendamiento de un estudio amueblado en el primer piso del número 33 de la calle Marechal Foch, en el que entraron a vivir el 13 de mayo. La pareja compartía la pequeña vivienda con Aitor Lorente, condenado por pertenencia al comando Eskiula, que operó en Zaragoza en el año 2000.Las vigilancias no permitieron conducir al paradero de algún responsable u otros activistas clandestinos. El trío permanecía casi permanentemente en el interior del apartamento. El dispositivo policial se mantuvo a la espera y, tras el comunicado en el que ETA anunciaba el fin del alto el fuego, se precipitaron los acontecimientos. A las seis de la mañana de ayer, agentes especializados de la Brigada de Investigación y Búsqueda (BRI) de Bayona forzaron la puerta, irrumpieron en la vivienda y sorprendieron a sus ocupantes dormidos. El revólver intervenido, del calibre 38 y marca Arminus, tiene seis cartuchos en el tambor y el emblema de ETA grabado en la culata. No se hallaron objetivos ni planes de atentados en España. Los únicos mapas de carreteras confiscados corresponden al suroeste de Francia. Según Interior, los detenidos son miembros liberados de ETA.