Los sospechosos tienen de 25 a 35 años y ningún acento especial

Los efectivos de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado trabajan ya con una primera línea de investigación que apunta a que los atracadores tienen entre 25 y treinta y cinco años, «hablan español perfectamente» y son de «aspecto normal», sin que haya en ellos algún rasgo físico destacable. Estas son los indicios que hasta el momento han derivado de los primeros análisis y de la toma de declaraciones de los trabajadores de la sucursal, que son los que han descrito la apariencia de los delincuentes y quienes han puesto sobre la pista a los agentes. Además, los dos individuos que entraron armados en la sucursal bancaria no llevaban, en principio, guantes y uno de ellos permaneció tranquilo durante los escasos minutos que duró el robo, mientras que su compañero se mostró bastante nervioso, según confirmaron fuentes de la investigación, quienes informan, a su vez, que el protocolo de actuación para este tipo de sucesos les lleva a comparar el modus operandi de estas personas con otros delitos que, por sus características, pudieran haber sido cometidos por los mismos delincuentes. Así, la policía judicial de León, que es quien lleva la investigación, tomó las huellas dactilares que había en la entidad bancaria para cotejarlas con las del archivo policial, por si alguno de los dos individuos estuviera fichado. Del mismo modo, a última hora de ayer estaban visualizando las cintas de la cámara de seguridad por si éstas pudieran arrojar algo de luz sobre la identidad de los delincuentes. En este sentido, y en relación a todo el despliegue policial, las mismas fuentes afirman que el manejo de los tiempos fue el «correcto» y que se actuó según establece el protocolo para este tipo de situaciones de riesgo, en las que los agentes no saben qué es lo que se van a encontrar en el interior de la entidad bancaria, ya que durante las seis largas horas de despliegue policial todo apuntaba a que los atracadores tenían retenidos a los cuatro empleados de la oficina y los presagios no eran nada optimistas. «Sin acceso al dinero» La cantidad de dinero sustraído no ha podido ser cuantificada hasta que no se efectúe el arqueo, pero ésta no puede ser ingente, ya que en el exterior de la sucursal hay un cartel que avisa de que «todo el efectivo está en cajas fuertes».