Muere un adolescente al caer a un pozo cuando huía de la policía

Adrián G. M., de 16 años de edad, apareció muerto la madrugada de este lunes en el interior de un pozo vacío en la localidad de Huércal-Overa (Almería). Según las primeras investigaciones de la Guardia Civil, el chaval cayó de forma accidental en el pozo. El Ayuntamiento de Huércal-Overa ordenó un día de luto por la muerte del menor, cuya familia estudia emprender acciones legales contra los propietarios del pozo, que se encontraba descubierto y sin protección. Según fuentes del instituto armado, el adolescente se encontraba con un grupo de amigos en una zona en la que se celebraba un «botellón», junto al pabellón deportivo del municipio. Los jóvenes pretendían bañarse en la piscina de la instalación, para lo cual no dudaron en saltar la valla que rodea el recinto. En ese momento, uno de los amigos alertó de la presencia de una patrulla de la Policía local, de manera que la pandilla volvió a sortear la valla con el propósito de huir. Fue precisamente en ese trance cuando los amigos perdieron la pista de Adrián G. M., dado que los jóvenes se dispersaron a la carrera para evitar que los agentes les identificaran. Destapado y sin protección Debió de ser entonces cuando el chaval cayó en el pozo, de 20 metros de profundidad por tres de ancho y que es de titularidad privada. El pozo estaba destapado y sin cerco, a pesar de que se encontraba en desuso. A la espera del resultado de la autopsia, que ha realizado en el Instituto Anatómico Forense de Almería, todo apunta a que el joven falleció a causa del impacto con el fondo del hoyo. Nadie se percató de la ausencia del joven hasta el domingo, cuando los padres regresaron de la playa, donde pasaron el fin de semana, mientras que el hijo se quedó preparando los exámenes en casa. La familia se percató de que Adrián se había dejado el móvil en la vivienda y que había más de 20 llamadas perdidas de los amigos, preocupados porque no sabían nada de él.