De Juana Chaos informa a Prisiones que quiere casarse en la cárcel

El preso etarra José Ignacio de Juana Chaos se ha interesado por los trámites que tendría que realizar en el caso de que se quisiera casar con su compañera sentimental, Irati Aranzábal, de 30 años. Según explicaba ayer la agencia Efe, el reo preguntó al personal de la prisión de Aranjuez, donde se encuentra internado, sobre las gestiones necesarias para contraer matrimonio en la cárcel. El Periódico de Aragón ya adelantaba la noticia, que habrían confirmado desde Instituciones Penitenciarias. En su información recogía que De Juana (clasificado en régimen de segundo grado), como cualquier otro preso, tiene derecho a contraer matrimonio. Para ello no es necesario pedir autorización. Tan solo debe comunicarlo a la dirección del centro para que le traslade al juzgado cuando se vaya a celebrar la boda. El estar casado no permite a los reclusos tener más comunicaciones íntimas con su compañera. Tan solo en casos extraordinarios el director de una prisión concede a una pareja de recién casados un bis a bis extra, según detallaron al rotativo catalán fuentes penitenciarias. Irati Arantzabal, natural de Mondragón (Guipúzcoa), un feudo tradicional de la izquierda radical, tenía nueve años cuando De Juana (que ahora tiene 52) fue detenido como integrante del comando Madrid. Años más tarde, como un miembro más de Etxerat -el colectivo de familiares de presos de la banda ETA- visitaba a los miembros de la banda en la cárcel. Fue en la prisión de Botagofo (Algeciras) donde conoció al etarra. Compañera entregada Las intervenciones públicas de Irati se han centrado en denunciar la situación del preso, aunque también se ha mostrado como una novia entregada. Nadie ha defendido tanto a De Juana: «Se ha satanizado su imagen; es discreto, majo, y le encanta disfrutar y echar risas con los amigos», explicaba la futura esposa del reo en unas recientes declaraciones recogidas en su crónica por El Periódico de Aragón . Aseguraba en su testimonio que el sanguinario terrorista «es una persona muy normal, alegre, con gran dignidad y cabezota, pero en el buen sentido. Como todos, con cosas buenas y malas».