López Aguilar no gobernará en Canarias al romper CC con el PSOE

La apuesta autonómica más fuerte del PSOE para las elecciones del pasado 27 de mayo, el ex ministro Juan Fernando López Aguilar, se ha ido al garete. Coalición Canaria dio por rotas las negociaciones con los socialistas, que ahora se enfrentan a tres alternativas: intentar un acuerdo con el PP; tratar de gobernar en minoría; y quedarse en la oposición, que parece lo más probable. Los temores del PSOE de que CC y los populares tengan un acuerdo secreto para gobernar en las islas se vieron acrecentados con la declaración de ruptura hecha por los nacionalistas tras dos reuniones. Fuentes de la dirección socialista indicaron que la coalición puso sobre la mesa algunas reivindicaciones innegociables que exigía asumir al cien por cien. En concreto, plantearon garantías de que la reforma del Estatuto de Autonomía de Canarias, que se tramita en el Congreso, no iba a sufrir cambios sustanciales. Un compromiso que el PSOE se negó a contraer porque, si bien apoyó el proyecto en el Parlamento canario, también anunció que plantearía cambios en las Cortes. La segunda demanda de los nacionalistas, la creación de una polícía autonómica, tampoco fue aceptada por los negociadores socialistas. El Gobierno considera que con la Ertzaintza y los Mossos d'Esquadra está cubierto el cupo de fuerzas de seguridad en manos de las comunidades y sólo acepta adscribir unidades del Cuerpo Nacional de Policía a los ejecutivos territoriales que las reclamen. El PSOE canario atribuyó, sin embargo, la ruptura no tanto al desacuerdo en las demandas, ya que hubo un alto grado de entendimiento en diferentes áreas, sino a que los nacionalistas, segunda fuerza, exigieron la Presidencia del Gobierno insular. Los socialistas tienen ahora tres alternativas. El acuerdo con el PP, tercera fuerza en las islas con 15 diputados, es improbable, a juicio de la dirección del PSOE. Una segunda fórmula sería que López Aguilar gobernase en minoría, lo que al menos requeriría que bien CC o bien los populares, o incluso los dos grupos, se abstuvieran en la sesión de investidura. Esta es la salida que es vista con mejores ojos en las filas socialistas. Seguir en la oposición sería la tercera vía, si es que las sospechas de un acuerdo entre el PP y los nacionalistas se materializa, pero tendría una lectura nacional de fracaso personal de José Luis Rodríguez Zapatero. El presidente del Gobierno se empecinó en que su ministro de Justicia fuera el candidato en Canarias, e incluso se comprometió durante la campaña electoral a asistir a su toma de posesión como futuro jefe del Ejecutivo insular..