| Tribuna política | Desde el Rubicón |
Carreras, sustos y esparabanes
Los castellanos, y algún leonés como Villalba, se rasgan las vestiduras por el pacto entre la UPL y el PSOE en la capital e insisten en asegurar que todo está ya atado y bien atado
El día en Villaquilambre fue de reuniones y llamadas. La que decantó la jugada fue la de la UPL, en la que amenazaba con romper todos los pactos con el PP si García Bayón no era alcalde Durante todo el día de ayer, sobre todo por la tarde, los teléfonos echaron humo; se agotaron hasta las baterías de los móviles, aunque a veces para lo que había que oír al otro lado era mejor no tener cobertura, y cuando menos se espera comienzan las carreras, sustos y esparabanes y todo motivado, principalmente, por el lío de Villaquilambre. Que si el PP quiere que sus concejales pacten con el Civiqus de Miguel Hidalgo; que si los concejales, encabezados por Jesús García Flórez, no lo ven del todo claro; y mientras tanto, Lázaro García Bayón espera y espera y casi desespera. Ante la situación, la UPL lanza un órdago al PP: si no se pacta en Villaquilambre comenzarán a caer alcaldías. Y de nuevo comienzan a sonar los móviles. Ismael Lorenzana avisa a su partido: la UPL no está dispuesta a apoyarme si no se pacta en Villaquilambre y tras él llamadas de otros con el acuerdo ya cerrado. Mientras tanto, en Villaquilambre es tarde de reuniones y más reuniones, por ejemplo, la de la junta local del PSOE, que vota a favor del acuerdo con los leonesistas. Pero el que se lleva la palma en esto de las reuniones es García Flórez, ahora con Lázaro García Bayón, ahora con Miguel Hidalgo, ahora con el partido y así hasta que al final decide: «Se acabó, debo ser fiel a mí mismo y a mi gente y no puedo pactar con Hidalgo». El PP se da por enterado y le contesta que haga lo que crea conveniente, pero ni siquiera con esta decisión el leonesista Lázaro García Bayón respira tranquilo. Y no es para menos, porque lo que no pase en el segundo municipio del alfoz no sucede en ningún otro. Y entre tanto, en Castilla se rasgan las vestiduras, hasta algunos nacidos en León, como Villalba, por el pacto entre la UPL y el PSOE en la capital. Ayer, en un programa nacional de radio, el creador de este engendro de autonomía, que dicho sea de paso también es de León, dijo que a ningún español se le podía obligar a ir o estar donde no quería. Pues eso.