JAVIER CHAMORRO
El discreto número cinco asciende a vicealcalde
Inició su carrera política hace ocho años, en los mejores momentos de la UPL; ayer, ni él, ni sus dos compañeros recibieron el respaldo moral del secretario general
Javier Chamorro entró en la política de la mano de Covadonga Soto (tránsfuga de la UPL), algo que preferiría no recordar pero que no oculta. Como no podía esconder ayer, a la salida del pleno, el gesto entre enfado y frustración por la ausencia del principal líder de la UPL, Joaquín Otero, del pleno de investidura. A sus 37 años, este abogado que entró de número cinco en la lista de la UPL en 1999, ha optado por participar en el gobierno con los socialistas en lugar de pasar los cuatro años en la oposición por pura supervivencia. Su diagnóstico es que «íbamos a quedar diluidos en la oposición y perder aún más votos dentro de cuatro años». Y para que la UPL tenga más presencia simbólica en el gobierno municipal pensó que el lenguaje podría ser un aliado. Así que el tradicional puesto de primer teniente de alcalde se ha transformado en una flamante vicealcaldía -salvo sorpresas de última hora- con la que intentar nadar entre dos aguas en los próximos cuatro años. Chamorro tenía ayer más cara de preocupación, que de felicidad. Ser cabeza de lista y ver sus carteles pegados en las paredes de la ciudad puede que colme su vanidad, pero también le abruma la responsabilidad, algo que considera su principal virtud. Cordial de trato, con mucho sentido del humor, tiene, sin embargo, un punto fatalista. A veces da la impresión de que no confía en sí mismo lo bastante como para pensar que todo puede ir bien. «Pienso demasiado las cosas», reconoce. Y en las últimas semanas ha vivido en un mar de dudas, que sólo ha confiado a la almohada. Casado, lector impenitente, fumador y fan de los coches, Chamorro trasluce las emociones en el rostro. Si hace cuatro años lloró con su compañera Covadonga Soto al hacer alcalde a Francisco Fernández (tras cuatro años de pacto con el PP y Mario Amilivia), ayer su gesto delataba el peso de la responsabilidad que se ha echado encima. Y también la conciencia de que va a tener que ser muy firme y encontrar nuevos aliados. Chamorro ha sido concejal de Transportes y ha gobernado con el PP, primero, y luego con el PSOE. El paso por la oposición le ha afianzado como líder en la capital