«El PSOE ha empezado a dar el paso hacia la autonomía, falta el PP»

Un café cortado y un vaso de agua. Para no dormirse, sin desvelarse, y para pasar el trago de los últimos 15 días. Javier Chamorro (León, 1969) ha decidido apoyar al PSOE y entrar en el gobierno «por autonomía e inversiones». Cansado de encajar, ahora ha dado un paso al frente. Arranca la grabadora. «¿Empieza en serio?», pregunta. -¿Para qué sirve un vicealcalde? -Me encargaré sobretodo de controlar el cumplimiento del pacto que hemos firmado con el PSOE y de coordinar y llevar adelante proyectos que impliquen la participación de varias concejalías, especialmente en áreas que abarquen materias leonesistas. Todo el área leonesista debería recaer en los concejales de la UPL y yo me encargaré de impulsar esos proyectos. Además, haré del otro yo del alcalde, porque hay multitud de actos y reuniones, con asociaciones de vecinos o empresarios, visitas institucionales, que el alcalde no puede abarcar y debe existir una figura, que hemos pensado que ocupe yo, para esto. -Suena a controlador del alcalde. -Suena, pero no se debe entender como un inspector político. Debe existir buena sintonía entre los dos integrantes del pacto, aunque creo que en el fondo subyace algo así. Estoy en el equipo de gobierno y he de controlar que el partido que ha firmado una serie de compromisos los cumpla y que la política diaria del Ayuntamiento no sea dominada por el PSOE, sino que sea labor conjunta de PSOE y UPL, por lo que debe haber control a quien tiene más concejales. -Dicen sus detractores, incluso dentro de su partido... -¿Tengo? - ...incluso dentro de su partido, que este pacto servirá para que el PSOE les fagocite. -Tengo muy claro que el objetivo que persigue la UPL, el motivo último, es conseguir hacer políticas para que León tenga una comunidad autónoma. Para lograr ese objetivo, simplemente con que los digamos día tras día no se va a lograr nunca. -Entonces... -La única forma de conseguirlo es que el PSOE y el PP acaben pensando como piensa la UPL. De momento, se ha conseguido algo que no se había conseguido desde que la UPL se fundó: que al menos uno de los dos grandes partidos, aunque sea a nivel local, actúe en la línea de lo que defiende la UPL. -Con sólo tres votos, pero ni por esas convence a los críticos. -Yo dije en campaña que no me iba a mover de mi sitio, quien quisiera gobernar con nosotros se tendría que mover y es el PSOE quien se ha movido. Si eso afecta a que el PSOE nos pueda comer el discurso..., hombre, es que la otra opción es no hacer nada por si acaso nos comen. En política estamos para cumplir los objetivos, aunque haya un riesgo de que algún elector se confunda, que es un riesgo que hay que asumir, sino nunca lo vamos a conseguir. -Se le ve muy satisfecho. -Es un logro lo que hemos conseguido. Hay una cosa clara, quien está diciendo lo que nosotros decimos es el PSOE. Si lo hace es porque la UPL ha presionado para que lo digan. Los leonesistas saben por qué lo hacen. Lo que nunca me ha gustado son otros pactos que hacía la UPL, en los que parecía que sólo se vestía el santo, con una serie de compromisos vacíos totalmente, como hace cuatro años. Hemos pactado a cambio de autonomía y a cambio de inversiones claras y concretas. Nadie nos puede echar en cara nada. -No cree que la declaración le sale gratis al PSOE local. -Soy consciente de que la vía hacia la autonomía va a ser muy larga. Un avance en ese camino es que, al menos de palabra, ya reconozcan que este mapa autonómico no está cerrado y que León no está donde debería estar. Creo que no es poco. -Así visto... -Ahora nos quedan cuatro años para avanzar pasos concretos, como es la constitución de un organismo para buscar la vía autonómica. Yo no puedo, ni quiero, presionar en exceso a mi socio de gobierno, porque creo que la lealtad también implica esto, pero vamos a trabajar para que se lleven adelante los ocho puntos del programa. -Sin presión. -No le voy a pedir que declare mañana la autonomía. Yo sé cómo hay que ir. No se puede pedir lo imposible, hay que pedir lo posible siempre en cada momento. -¿Ese saber cómo ir contempla convencer al PSOE para que Zapatero convoque el referéndum? -Sí. O que se constituya incluso sin él. Aunque estoy seguro de que saldría que sí en el referéndum. -¿Qué le aportan al PSOE? -Una coartada para que presione al PSOE del Gobierno central, una cortada para que León se beneficie. No es lo mismo estar el PSOE solo, que tener un socio que presiona y que tengas que decir en Madrid: 'oye, la UPL me está apretando'. -Otra vez con la presión. -También estabilidad, que ha faltado, porque los proyectos necesitan tranquilidad y tiempo para desarrollarse. No se puede trabajar si se está pendiente de mociones de censura. -Como la que aguantó, dentro y fuera. ¿Siente que hasta en el partido se le ha faltado al respeto como candidato? -No. El partido me ha apoyado. -¿Ahora? -Ahora, también. Lo que pasa es que, como todo en la vida, hay distintas opiniones, pero no hay falta de apoyo. -Bueno, algo habrá aprendido. -Que las tortas curten mucho (risas). Hace cuatro años podía tener inmadurez política, pero ahora, aunque no sé si está bien que lo diga, tengo madurez política de sobra. Sé lo que quiero, cómo hacerlo y he demostrado que sé llevar adelante una negociación y que sé llevar adelante el proyecto de la UPL. No creo que nadie me achaque eso ya. -Como luego la UPL baje se lo van a achacar, pero si sube... -Eso espero. Espero que la gente, dentro de cuatro años, si hemos conseguido cambiar esta ciudad, como creo que lo vamos a hacer, se dé cuenta de que ha sido gracias a la estabilidad que ha dado la UPL, a la presión que ha hecho la UPL, y que ese voto que se ha ido confundido por toques de otros se dé cuenta de que quien defiende el leonesismo es la UPL. -Se acabaron los llantos. -En la ciudad de León, no creo que sea bueno criticar siempre lo que hacen los demás y no aportar nada. La UPL sabe demostrar que puede aportar y gobernar, porque sino, al final, quedamos como los que protestan, pero no como una opción de gobierno -Para León Solo. ¿Por qué? -Empezando por lo emocional, yo siempre he defendido que no soy mejor ni peor que nadie, pero que soy leonés, ni castellano, ni gallego. Nací siendo leonés y no castellanoleonés . Desde un punto de vista cultural, se defienden mejor nuestras costumbres, nuestra historia, nuestra lengua, nuestra forma de entender la vida, desde una comunidad propia que gobernados desde Valladolid. Además, hombre, es que León, cuando entró en esta comunidad, hace 24 años, era la primera en renta per del PIB y ahora la octava o la novena, peleando con Zamora... Aunque soy de los que mantiene que, aunque estuviéramos peor, yo soy lo que soy: pobre, pero honrado; soy leonés. Pero encima es que estando solos, también seríamos más ricos. -Por eso no se ha quedado sólo en la oposición. -Si nos hubiéramos quedado en la oposición hay ciertos proyectos que se iban a dar, pero que ahora se van a acelerar. Además, no se habrían realizado otros, que se van a hacer. -¿Por qué quieren todos ser más leonesistas que nadie? -El leonesismo existe en la ciudad y da votos. El PSOE y el PP lo utilizan como granero de votos. -¿ Y no sería más fácil que todos defendieran lo mismo? -Hasta ahora ninguno de los dos oficialmente se habían atrevido a dar un paso adelante. Ahora, ya hemos conseguido que uno lo empiece a dar... Falta que lo dé el otro.