Los procuradores del PP votaron a favor de la candidatura, mientras que los socialistas y leonesistas lo hicieron en blanco
Fernández Santiago apela al consenso para cumplir los «compromisos pendientes»
La reelección del presidente de la Cámara abre la Séptima Legislatura en la comunidad En imágene
El presidente de las Cortes de Castilla y León, José Manuel Fernández Santiago, realizó ayer un llamamiento a los «grandes consensos» entre las fuerzas parlamentarias y las instituciones para poder cumplir, durante la Séptima Legislatura, recién estrenada, con los «compromisos pendientes». Fernández Santiago resultó reelegido ayer gracias a los votos de los procuradores populares que fueron suficientes, a pesar de los sufragios en blanco de socialistas y leonesistas. El presidente, quien ya desempeñó su actual cargo entre 2003 y 2007, apeló para ello al debate de ideas para el «necesario descubrimiento de la verdad», a la libertad de expresión «como marco esencial de actuación», y a la reflexión y al diálogo «como cauce privilegiado de entendimiento y acuerdo». «Existen para esta nueva legislatura compromisos pendientes derivados del complejo escenario regional donde confluyen problemas estructurales, como el demográfico, con aquellos provocados por los nuevos factores de transformación de la sociedad, como es la inmigración, un reto y una oportunidad al mismo tiempo», reflexionó el presidente. No olvidó tampoco los desafíos «que se derivan de la configuración de un espacio europeo ampliado en el que se han redefinido las políticas de asignación de los recursos destinados al desarrollo regional». A prueba Ante el nuevo periodo abierto tras la sesión constitutiva de la séptima legislatura, Fernández Santiago observó la aparición de nuevas situaciones, «unas heredadas y otras de nuevo cuño, que pondrán de nuevo a prueba la efectividad, calidad y coherencia de los mecanismos del nuevo gobierno que se forme, así como el sentido último de la institución parlamentaria». Recordó el presidente, a los 83 parlamentarios autonómicos que juraron o prometieron sus cargos, la necesidad de «contribuir decididamente a la consecución de las mejoras que la sociedad demanda», ya que no han sido elegidos «por ser los mejores, sino para hacer lo mejor para la sociedad, para el interés general». Realizó en este sentido un llamamiento «a la prudencia y responsabilidad, a los hábitos de diálogo sincero, a la búsqueda del acuerdo y a la moderación y al respeto mutuo para preservar y fortalecer juntos los pilares esenciales de nuestra convivencia». Insistió en la senda de los «grandes consensos, aquellos que alcanzamos durante la Transición y que tanto hicieron para devolver la concordia a nuestro país, así como los que la pasada legislatura nos dotaron de un nuevo reglamento y sobre todo el que presidió la reforma de nuestro Estatuto de Autonomía».