La policía rastrea miles de contratos de alquiler en busca de un piso franco de ETA en Sevilla
Efectivos de los servicios de Información de la Policía Nacional estudian desde el pasado fin de semana miles de nuevos contratos de alquiler en la capital sevillana para intentar localizar el supuesto piso franco del comando de ETA que el pasado jueves abandonó en Ayamonte (Huelva) un Ford Focus cargado con 130 kilos de material explosivo. Los especialistas de la Policía, ayudados por agentes de la Comisaría General de Información de Madrid y funcionarios de Seguridad Ciudadana, han comenzado también a peinar algunas de las barriadas del centro para preguntar a los vecinos, puerta por puerta, sobre nuevos inquilinos sospechosos de edades comprendidas entre los 20 y 35 años. Fuentes de la lucha antiterrorista explicaron que el problema radica en que en la capital hispalense existe un abultado número de contratos «negros» (no declarados) ya que hay un constante movimiento de estudiantes y jóvenes turistas de estancias largas. Interior ha centrado la búsqueda en Sevilla después de que en el turismo abandonado camino de Portugal se encontrara un plano de la capital. Además, el cuentakilómetros del vehículo desveló que el coche no pudo recoger el cargamento de explosivo en el sur de Francia, lo que hace pensar a los investigadores que la entrega se produjo en algún lugar de Andalucía occidental. Móvil, en mayo Pero el dato que ha puesto a Sevilla en el centro de la investigación ha sido el móvil abandonado en el automóvil por los terroristas en su huida. Según desvelaron ayer mandos de la lucha contra ETA, la tarjeta fue comprada en España y activada en Andalucía el pasado mes de mayo. Desde entonces, no se ha realizado llamada alguna desde ese terminal. Los investigadores, a la vista de esta pista, creen seguro que el comando se había establecido en Sevilla el mes pasado. La Delegación del Gobierno en Andalucía convocó ayer una reunión de los mandos de la Policía y la Guardia Civil para coordinar estas investigaciones y tratar de recomponer los pasos del comando antes de abandonar el coche y del supuesto «correo» que entregó el nitrato y el polvo de aluminio.