Música y desafío en el centro

Los chicos de El Circo de la Sombra demostraron ayer en la plaza de la Catedral que el buen humor es compatible con los desafíos a la ley de la gravedad. Mil peripecias vivieron estos jóvenes procedentes de Francia y España en un escenario único y ante la mirada de decenas de leoneses que ayer por la tarde se pasearon por la calle Ancha para ver las nuevas ofertas del teatro de calle. El reclamo de los hispano-galos atraía mucho, «Regocíjense queridos espectadores, alivien sus pesares, complazan su vista y enaltezcan su psique», todo un coctel de sensaciones que no defraudó las expectativas, aunque alguno pensó que la pobre chica, de verdad, iba a salir volando. Anonima Nuvolari también estuvieron haciendo de las suyas ayer por la tarde. El casco antiguo y decenas de paseantes comprobaron la destreza musical de este grupo de italianos que hicieron las delicias de grandes y pequeños. El espíritu bohemio de estos chicos consiguió crear un ambiente amigable y cordial en el centro de León, en una alternativa que no defraudó para la tarde del jueves. Y mientras, alrededor, los espectaculares mimos haciendo de las suyas y dando más de un susto a los despistados que paseaban sin rumbo fijo por la calle Ancha. Un rato que merece la pena pasar.