Detenidos en Francia tres etarras con una furgoneta con 165 kilos de explosivos

La Policía francesa detuvo en la tarde de ayer en la localidad gala de Saint Jean Pied de Port, a escasos 15 kilómetros de la frontera con Navarra, a tres presuntos miembros de ETA mientras mantenían una cita para la entrega de una furgoneta-bomba que iba a ser introducida en España en «cuestión de horas». En el interior del vehículo, los agentes encontraron 165 kilos de explosivos y otros materiales para confeccionar artefactos, además de tres pistolas y un fusil de asalto. Uno de los detenidos es Ekaitz Aguirre Goñi, lugarteniente de Txeeroki, jefe militar de ETA. Mandos de la lucha antiterrorista informaron que los tres presuntos terroristas estaban siendo vigilados en una operación conjunta de los Renseignement Generaux franceses y los servicios de información de la Guardia Civil desde que este lunes por la mañana se localizara una furgoneta Citröen Berlingo de color blanco sospechosa que circulaba por carreteras próximas a la frontera con España y con matrícula falsa. La Guardia Civil y los policías franceses estaban en alerta máxima en esa zona del norte de Navarra después de que hace unos días se encontrara en ese área dos bombonas de gas manipuladas para convertirlas en recipientes de explosivos. Un hecho que las fuerzas de seguridad imputaron desde el primer momento a ETA. Los agentes decidieron capturar a los tres miembros liberados a sueldo de ETA a las 18.30 horas, al sospechar que el vehículo iba a ser entregado por el militante de la organización terrorista de mayor edad a los otros dos etarras para ser introducida en España a fin de perpetrar un «atentado inminente». Un polvorín Tras la captura de los tres sospechosos, los agentes comprobaron que en el interior de la furgoneta había un verdadero polvorín compuesto por 140 kilos de clorato potásico, nueve kilos de pentrita, otros 16 kilos de azufre, un rollo de cordón detonante, dos detonadores y dos bombonas de gas de grandes dimensiones. Un material que, según los artificieros, hubiera servido para fabricar el kaskabarro, cloratita casera, para cebar la furgoneta-bomba. Los etarras también escondían diversas herramientas de bricolaje para confeccionar la bomba y un detector de emisiones de ondas para descubrir si había inhibidores. Además los funcionarios se incautaron de las tres pistolas que portaban los terroristas, que no llegaron a utilizar en el momento de su detención, y de un fusil militar de asalto G3. Pasadas las diez de la noche los servicios antiterroristas españoles y franceses tenían identificados a dos de los tres detenidos tras el cotejo de sus huellas dactilares en los bancos de datos del Ministerio del Interior. Se trata de José Antonio Aranibar Almandoz y Ekaitz Aguirre Goñi. Este último, condenado en 2001 a 21 meses de prisión tras amenazar de muerte a la dirigente ?popular? María San Gil, es el lugarteniente de Garikoitz Aspiazu, alias Txeroki, el jefe militar de ETA. Según fuentes las fuerzas de seguridad españolas, la operación que condujo a la detención de los tres activistas ayer «está relacionada» con Javier López Peña, Thierry, el jefe del aparato de cursillos, encargado de enseñar a los nuevos terroristas en la confección de explosivos, manejo de armas y medidas de seguridad para continuar perpetrando atentados.