ETA ordenó repetir con otros políticos del PP la operación
Miguel Ángel Blanco fue el único concejal del PP asesinado tras un secuestro con reivindicaciones imposibles, pero en 1997 ETA tenía intención de repetir esta operación con otros políticos populares para forzar a José María Aznar a suavizar su política política penitenciaria. Tras la reacción social al secuestro del edil de Ermua, la dirección de ETA anuló sus órdenes. Responsables de los servicios de Información de la Guardia Civil que prestaron declaración en la Audiencia Nacional durante el juicio a Txapote y Amaia explicaron que, en la época en que sucedieron los hechos, habían interceptado dos cartas del entonces jefe de militar de ETA, Javier Arizkuren Ruiz, «Kantauri». En ellas, el cabecilla daba «instrucciones concretas» a los comandos Andalucía y Vizcaya para que secuestraran concejales del PP y asesinaran a sus víctimas 48 horas después, una vez que el Gobierno, como era previsible, no cediera al ultimátum para acercar los presos etarras al País Vasco. Los responsables antiterroristas de la Guardia Civil, que insistieron en que fue Kantauri quien ordenó el asesinato de Blanco, aseguraron que los liberados del comando Andalucía llegaron a planear «algo similar» a lo ocurrido en Ermua. Tenían previsto secuestrar a un concejal del PP de la localidad malagueña de Nerja e, incluso, habían localizado un cañaveral para esconder al edil las 48 horas anteriores al asesinato. También en Álava, señalaron los expertos, planearon un secuestro de estas características.