Navarra volverá a votar en un mes si no llega a un pacto de gobierno

El panorama político navarro sigue sin despejarse casi dos meses después de las elecciones. La mesa y la junta de portavoces del Parlamento foral aprobaron este martes por unanimidad abrir un plazo extraordinario de un mes para que los partidos traten de pactar la designación del nuevo presidente de la comunidad. La tercera ronda de consultas se cerró sin que ningún grupo haya presentado candidatos al cargo. Si la situación no cambia para el 18 de agosto, la presidenta de la cámara, la socialista Elena Torres, procederá a convocar unas nuevas elecciones, situación inédita en el periodo democrático. El peso de la iniciativa recae ahora en Unión del Pueblo Navarro, toda vez que los socialistas y Nafarroa Bai rompieron este lunes las negociaciones para pactar un acuerdo de gobierno. El presidente de la marca del PP en la comunidad, Miguel Sanz, explicó que ya ha mantenido una conversación con el líder del PSN, Fernando Puras, quien le dio la impresión de tener una «actitud favorable» al acuerdo. Los socialistas, según su opinión, estarían por la labor de «firmar un acuerdo de carácter básico para garantizar la estabilidad institucional». El jefe en funciones del Ejecutivo navarro manejó dos escenarios, o bien conformar un gobierno de coalición, o bien gobernar en minoría con el compromiso del PSN de no «generar inestabilidad». Aseguró, en esta línea, que Puras le ha dicho «de forma directa» que no maneja la posibilidad de dejarle gobernar en minoría para presentar una moción de censura después de los comicios generales de la próxima primavera. «Veo difícil que haya elecciones, aunque a mi no me han asustado nunca y lo he dicho públicamente», apostilló. Puras se mostró mucho menos optimista sobre un posible pacto con UPN y optó por la ambigüedad para fijar su nueva estrategia. Su conversación con Sanz, dijo, «no es punto de partida de nada» y el PSN va a mantener una actitud «más expectante», aunque «no pasiva», a partir de ahora. El líder de los socialistas navarros, con todo, se declaró «abierto a escuchar propuestas» y reclamó la «responsabilidad y el esfuerzo de todos» para evitar una nueva convocatoria electoral. El máximo responsable de la tercera fuerza de la comunidad dio una de cal y otra de arena. Por una parte aseguró que «no será nada fácil» que los socialistas apoyen a UPN, porque se han sentido objeto de una campaña de «aliento a la confrontación e infamias» por parte del partido regionalista. Pero al tiempo sostuvo que «el PSOE, en circunstancias tan duras y tan difíciles como ésta, ha actuado con responsabilidad y ha garantizado la gobernabilidad de esta comunidad». Tampoco fue mucho más claro respecto a la decisión de romper la negociaciones con Na-Bai. Mantuvo que la responsabilidad era únicamente suya, y aclaró que el problema estuvo en la formación del gobierno, pues ya habían alcanzado un acuerdo de base.