En Galicia ha cambiado el chándal por vaqueros y camisas informales

Conocido popularmente como el violador del chándal, Andrés Mayo adquirió notable popularidad a finales de los ochenta por agredir a sus víctimas con un modus operandi muy peculiar: durante los ataques vestía siempre un chándal, vigilaba a las mujeres ya entrada la noche y siempre en los días de fin de semana. Mayo fue condenado a 106 años porque seguía a mujeres de entre 16 y 50 años hasta el portal de sus edificios, donde las agarraba por atrás, les tapaba la boca y las violaba. Las víctimas eran manoseadas, sufrían vejaciones e incluso eran golpeadas fuertemente. Según fuentes policiales que investigan los ataques de los últimos meses en A Coruña, esta forma de actuar de Mayo coincide casi en su totalidad con el proceder de la persona o personas que atacaron y agredieron sexualmente a nueve mujeres en A Coruña y comarca. Sin embargo, existe una diferencia importante en la forma de vestir de Andrés Mayo y el agresor que actuaba en la ciudad coruñesa. Mientras que el primero vestía un chándal para atacar a sus víctimas en León y Asturias, las descripciones de las mujeres asaltadas en A Coruña aseguran que el hombre vestía pantalones y camisas. El subdelegado del Gobierno en A Coruña, José Manuel Pose Mesura, indicó que «el asunto se encuentra aún en período de investigación» y destacó la gran labor realizada por los agentes del caso.