Diario de León

Los científicos califican el temblor de moderado, según la escala Richter

Un sismógrafo del Instituto Geográfico Nacional recoge una réplica

Un sismógrafo del Instituto Geográfico Nacional recoge una réplica

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A. Hernández - madrid
León

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La escala de Richter es una herramienta que utilizan científicos e investigadores para cuantificar la magnitud de un terremoto y en base a ella determinar los posibles daños. Como en la mayoría de los descubrimientos o aplicaciones científicas, su nombre se puso en honor a Charles Richter, un sismólogo nacido en Estados Unidos. Un terremoto es la liberación repentina de energía producida por el choque de los bordes de las placas tectónicas, propagándose en forma de ondas por todas las direcciones. Funcionamiento de la escala Para realizar la escala, Richter calculó el tiempo transcurrido entre la aparición de las ondas P -las primeras que registra el sismógrafo- y las ondas S, además de la amplitud de las mismas. La escala resultante recoge valores desde 1 a 12, nivel este último que nunca se ha dado y que podría suponer la fractura de la tierra por el centro. En un terremoto que tenga una magnitud de 3,5 o inferior no se apreciará nada, aunque quedará registrado en el sismógrafo. Entre los valores de 3,5 y 5,4 se siente y puede causar daños, generalmente menores. Entre 5,5 y 6,0 ya puede haber daños en los edificios. Es a partir de 6,1 y hasta 6,9 cuando se producen daños severos, en especial en áreas donde vive mucha gente, y con valores entre 7,0 y 7,9 el movimiento sísmico puede considerarse mayor, y provocar grandes daños en estructuras. Con una magnitud de 8 o más se habla de un gran seísmo que puede destruir las localidades cercanas a al epicentro. El mayor movimiento de placas tectónicas se produjo en Chile, el 22 de mayo de 1960 y alcanzó los 9,5 puntos en la escala Richter. Por supuesto, aunque cada terremoto tiene una magnitud única, su efecto variará según la distancia, la condición del terreno y el tipo de construcciones de las localidades a las que éste afecte. Para ello hay elaborada otra escala de vulnerabilidad de las estructuras, valoradas en orden de mayor a menor con letras asignadas de la A a la F. Así, el edificio hecho con canto rodado o de adobe tiene una vulnerabilidad máxima y las de acero la mínima.

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