Sabotaje a los trenes

Un sabotaje realizado por grupos de violencia callejera provocó un corte de seis horas durante la madrugada del lunes en el tráfico ferroviario entre Pamplona y Tudela, lo que obligó a Renfe a desviar los trenes por Alsasua. Los asaltantes rompieron los contrapesos de la catenaria, el cable que transmite la energía eléctrica a los trenes, a la altura del kilómetro 152,1, entre las localidades de Garinoain y el Carrascal. Se trata de un atentado idéntico al que radicales ejecutaron el pasado 25 de mayo y fue realizado en la misma zona de Navarra. Según indicó la Delegación del Gobierno en Pamplona, el sabotaje fue anunciado por un comunicante anónimo que dijo querer denunciar que «nunca estaremos en manos de la derecha en cualquiera de sus formas», en alusión a la reciente reelección de Miguel Sanz, de UPN, al frente del Gobierno de Navarra, y reclamó «un marco democrático para Euskal Herria que permita defender todas las ideas en igualdad de condiciones». En el ataque de mayo pasado, los radicales querían denunciar la exclusión electoral de la mitad de las candidaturas de Acción Nacionalista Vasca, a las que el Supremo y el Constitucional consideraron continuadoras de la ilegalizada Batasuna.