Los agentes no supieron del historial de Mayo hasta que estuvo detenido
Fuentes de la Policía Nacional de La Coruña manifestaron ayer «que no existe ninguna ley ni norma que obligue a crear una base de datos para conocer en todo momento la situación de este tipo de presos», en relación a los ex convictos condenados por delitos sexuales graves. Al contrario, esta gente, cuando cumple su condena, «tiene derecho a lo que constitucionalmente se denomina protección de datos y derecho a su intimidad», al igual que cualquier ciudadano. Por esta razón, la detención de Andrés Mayo Fernández fue posible «gracias al trabajo de investigación llevado a cabo por el equipo de la Policía Nacional de La Coruña», indicaron las mismas fuentes. Para esta unidad, indicaron, hubiera sido mucho más fácil seguir la pista a un posible violador en serie «si supiésemos que en esta ciudad o en su área de influencia residía una persona que ya en su día cumplió condena por hechos similares». A falta de ficheros... De hecho, manifestaron estas fuentes, «cuando logramos detener a este hombre, comprobamos su identidad, cotejamos datos y comprobamos que podía tratarse del violador del chándal, nos quedamos de piedra». Fuentes de la investigación subrayaron que para dar con el paradero del violador que actuaba en La Coruña «fue fundamental la colaboración ciudadana, y la ayuda de alguna de las víctimas». Se le vigiló sin descanso Cuando tuvieron los primeros indicios sobre la persona que podía estar cometiendo estos delitos «se le practicó una vigilancia y un seguimiento exhaustivo, las 24 horas del día, hasta confirmar sobre el terreno que, supuestamente, este hombre era el agresor de las mujeres», subrayaron. A pesar de que se encuentra en prisión, el abogado defensor de Mayo sostiene que es inocente, mientras no se demuestre lo contrario. Cree que el caso puede dar un giro en favor de su cliente de 180 grados. «Cuando le detuvimos, comprobamos su identidad y cotejamos algunos datos; nos quedamos de piedra» AGENTE DE LA INVESTIGACIÓN