Sanz desoye a Rajoy y ratifica que UPN debe tener grupo propio en el Congreso Otros tres motoristas muertos en una «semana negra» en Galicia Gallardón dice que la idea del líder foral «no es conveniente»

El presidente de Navarra, Miguel Sanz, ignoró los llamamientos a la cautela de Mariano Rajoy y se ratificó en la conveniencia de que su partido, Unión del Pueblo Navarro, cuente con grupo parlamentario diferenciado del PP en el Congreso y el Senado para que la voz de Navarra en el Parlamento no esté monopolizada por Nafarroa Bai. El jefe del Ejecutivo foral indicó que con esta iniciativa no pretende «abortar» el pacto entre su formación y los populares. Sanz no siguió los dictados del líder de oposición en el sentido de que «no toca» ahora hablar de si UPN se desgaja del PP en las Cortes y forma su grupo parlamentario. Sostuvo que su propuesta no debería sorprender «a nadie» porque UPN «desde hace meses, incluso años», ha trasladado al partido opositor su deseo de «tener mayor protagonismo» en los debates nacionales que se sustancian en el Congreso y el Senado, y no quedar difuminados dentro del grupo popular. El presidente navarro negó que esta iniciativa vaya a poner en peligro el acuerdo con el PP pues no busca «cuestionar o ahondar las diferencias» que mantienen con el partido que lidera Rajoy. Con ese pacto, subrayó, «nos ha ido bien» y no se trata ahora de «satanizar las coyunturas» cuando los populares no gobiernan en España. Se trata, explicó en la cadena Ser, de que «la unidad constitucional y la voz de Navarra no sólo puede estar en los grandes debates» parlamentarios representada por Nafarroa Bai. La idea de Sanz ha causado malestar en la dirección del PP, pese a que por el momento se ha impuesto la consigna de la discreción. El líder foralista admitió también que «los guiños» que ha dirigido en los últimos días a los socialistas están, entre otras razones, motivados por «la necesidad» de conseguir estabilidad para su Gobierno en la comunidad. UPN y su socio Coalición de Demócratas Navarros suman 22 de los 50 escaños de la cámara autonómica y deberán recurrir a los votos del PSN, ante la imposibilidad de dirigirse a Nafarroa Bai o a IU, para sacar adelante sus proyectos. Rechazó asimismo que haya modificado sus posiciones en materia de lucha antiterrorista para agradar al Gobierno de Rodríguez Zapatero. Otros tres motoristas muertos en las últimas 24 horas convierten a esta semana en una de las más negras que se recuerdan en las carreteras gallegas. En poco más de tres días diez personas perdieron la vida en seis accidentes de tráfico, en el último de los cuales, ocurrido la pasada madrugada en pleno centro urbano de Ourense, falleció un joven de 26 años, Miguel A. G.G., que circulaba en su motocicleta. Sólo unas horas antes, otros dos motoristas fallecían en sendos accidentes en carreteras de las provincias de A Coruña y Pontevedra, y una mujer de 77 años moría atropellada en una carretera en Cospeito (Lugo). Estas cuatro víctimas mortales se unen a las otras seis producidas en un espacio de tiempo de 48 horas. El mes de agosto está resultando el más mortífero de los últimos años en la red viaria gallega, donde hasta ayer fallecieron 22 personas. Por otra parte, una imprudencia costó la vida de dos personas que ayer se aventuraron a cruzar la A-7 a la altura de Marbella. La idea de Sanz ha causado malestar en la dirección del PP, pese a que por el momento se ha impuesto la consigna de la discreción. Sólo el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, se atrevió a decir que la idea «no es conveniente». Dentro de UPN también se han alzado voces críticas con la propuesta, como la del diputado Jaime Ignacio del Burgo, quien declaró que «sin los populares UPN sería una gota en el océano». El jefe del Ejecutivo navarro mostró su extrañeza por la postura de su compañero ya que fue Del Burgo el que solicitó a UPN que sus diputados se sumasen a los de Coalición Canaria para que los nacionalistas insulares formasen grupo parlamentario. Se refería a que en 2000, el PP cedió los tres parlamentarios que entonces tenía UPN en el Congreso a Coalición Canaria para que constituyese su grupo en la cámara baja. Una cesión que ahora se ha sabido que desagradó a sectores del partido regionalista navarro. «Fíjese lo que nos agradaba entonces formar parte del grupo canario», comentó Sanz con acidez. En su primer acto tras convertirse por cuarta vez como presidente de Navarra, Miguel Sanz presidió la toma de posesión de sus cargos de los 12 consejeros de su Gobierno. Apuntó que el trabajo de su equipo se debe encaminar a lograr «la cohesión de la sociedad» de la comunidad foral. La ceremonia se celebró en el Salón del Trono del Palacio de Navarra y Sanz reclamó a sus colaboradores que estén «abiertos y atentos» a las propuestas de las organizaciones sociales y ciudadanas porque su Gobierno debe estar «especialmente abierto al conjunto de la sociedad». Describió a su equipo como «plural», al igual que la sociedad navarra. «No soy un presidente hipotecado, aunque pueda dar esa sensación fuera de Navarra» MIGUEL SANZ Presidente de Navarra