Diario de León

OPINIÓN

Poner la venda antes de la herida

Publicado por
PEDRO VIZCAY
León

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LA JUNTA DE Castilla y León, en un nuevo despropósito, aconseja no consumir piezas de caza procedentes de la media veda. Se está poniendo la venda antes que la herida. Mientras discutían si eran topillos o ratones, galgos o podencos, los primeros se reproducían e invadían los campos de Castilla. Tras la nefasta gestión del asunto ahora pretenden, mediante un ocurrente consejo que carece del mas mínimo rigor científico, endosarle el problema a los sufridos cazadores. Podrían haber resuelto la cuestión en sus orígenes, no supieron, Podrían haber suspendido la Media Veda, no se atrevieron. Ahora han rizado el rizo, han echado la lengua a pacer y , como dice el Delegado de la Federación de Caza, Miguel Fierro, donde había un problema han creado tres: 1.- La alarma social que han generado con un veneno que pone en riesgo a todo el mundo y especialmente a quienes toman anticoagulantes, gran parte de la población rural que tiene la tensión alta. 2.- Han puesto en cuarentena, por extensión, a todo bicho salvaje o doméstico, que paste o se alimente en los campos y rastrojeras, incluido todo el ganado extensivo, sean churras, merinas o cerdos ibéricos. Y 3.- El problema de los topillos sigue sin resolverse. Ahora querrán medallas. Pero no han hecho diferenciación geográfica alguna. Todas las piezas cinegéticas de la media veda, codornices y palomas esencialmente, están en cuarentena. Lo mismo da que habiten en páramos o riberas, en llanos o en montañas. Lo mismo da que se haya envenenado el campo, porque había topillos, que no se haya envenenado porque no los había. Inspirados sin duda en la película de Hitchok «Los pájaros» han convertido a las codornices y palomas en aves de madriguera y, además carnívoras. No han contentado a nadie y han cabreado a todos. Esa es la cruda realidad. Ahora está por ver que pasará con la temporada de caza. El jabalí, como todos saben, es omnívoro y consume roedores. La liebre es un roedor y es susceptible de adquirir y contagiar la tularemia. Si las codornices, habituales consumidoras de granos e insectos, pueden entrar en las madrigueras y comer veneno, sus hermanas mayores, las perdices, es de suponer que también podrán hacerlo. Ciervos, rebecos y hasta los simpáticos corzos pueden contagiar de todo, siempre que vivan en Castilla y León. Pero la caza no es precisamente un deporte barato y genera muchos ingresos, especialmente a los depauperados pueblos de la montaña. También las armerías ganan lo suyo con todo el variado material cinegético, armas, cartuchería y complementos, incluida la peculiar vestimenta. Varias casas rurales, que yo sepa, hacen su negocio en la temporada de caza y el turismo cinegético, pese a que Castilla y León no es Andalucía o Castilla La Mancha, gracias a su enorme y diverso territorio, mueve un variado negocio. Por todo ello, además de otras cosas que hoy me callo, deberían cesar al autor de la brillante idea. O si no que lo resuelva el Consejero con su mejor criterio.

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