Los alquileres se presentan como segunda vía de escape a la burbuja inmobiliaria
En la promoción de viviendas protegidas para la venta las subvenciones al constructor se mueven en una horquilla de 2.500 a 2.800 euros por piso para la compra y urbanización del suelo. A su vez, los compradores podrán tener también una ayuda a fondo perdido de 12.000 euros por vivienda a condición de tener menos de 35 años e ingresos brutos inferiores a 24.000 euros anuales, a lo que hay que añadir rebajas entre un punto y punto y medio en el interés de las hipotecas. Estas ayudas para la promoción de VPO, con ser importantes, se multiplicarán varias veces para las viviendas de alquiler, según promesas del Gobierno a los constructores, que esperan como agua de mayo la campaña electoral. Según fuentes del sector, las medianas y grandes empresas, muchas de ellas vinculadas a entidades financieras, empiezan a posicionarse para el nuevo negocio, que multiplicará las ayudas oficiales a la financiación y las desgravaciones fiscales, todo ello como colchón para que la crisis del ladrillo aterrice suavemente. Las mismas fuentes aseguran que el futuro está en el llamado «modelo francés» de fomento de las viviendas de alquiler, aplicado ya en la comunidad autónoma de Madrid desde hace tres años y copiado recientemente por Andalucía. Se trata de animar las promociones inmobiliarias para alquileres y clientela de renta modesta, cuyos inquilinos podrían ejercer la opción a compra al cabo de diez años, contándoseles una parte de los recibos anteriones como capital amortizado. El sistema está a medias entre el leassing y la renta pura y dura. A falta de que la nueva normativa se concrete para el conjunto del país en el Boletín Oficial las empresas calculan que este tipo de ayudas, incluídas las rebajas fiscales, pueden sumar entre el 20% y el 30% del coste de promoción de viviendas de precio y tamano medio. Cualquier hueco para escapar de la inactividad a la que aparece abocada la construcción de viviendas libres es válido para las empresas del sector. Algunas de dimensión importante en León, que prefieren no ser citadas, ya apuestan por ello y auguran que las promociones para alquiler «se dispararán a partir del próximo año, tanto por las ayudas públicas porque va a seguir subiendo el euribor «y ya no va a ser lo mismo pagar una hipoteca que un alquiler». En España la caída de los tipos de interés provocó a partir de mediados de los noventa una demanda espectacular de hipotecas que ha llegado a crear una «peculiar cultura de la propiedad y del ahorro», según los bancos. Ahora se trata de llegar a un equilibrio con la media de la UE, donde la tenencia de viviendas en propiedad frente a los alquileres se reparte aproximadamente al 50%, algo normal pero impensable para la mentalidad española.