La pista portuguesa

El atentado de Durango supuso en un primer momento para los servicios de Información la confirmación de que la banda terrorista ETA ha trasladado en los últimos meses parte de su infraestructura a Portugal para intentar eludir los continuos golpes de la policía francesa en su retaguardia. Sin embargo, la policía judicial lusa descartaba anoche que ETA tuviese una infraestructura en Portugal. Según el El jefe de la policía judicial, Alipio Ribeiro, el vehículo en el que presuntamente huyeron los terroristas había sido alquilado por vía telefónica en Quarteira, localidad cercana a Faro (sur), y fue recogido en el punto opuesto del país, Oporto, por un individuo que utilizó documentación falsa. Ribeiro informó de que «no hay ningún indicio de que haya una célula de ETA en Portugal», aunque aclaró que los hechos demuestran la existencia de movimientos de la organización terrorista en ese país. Reiteró que «no hay una estructura organizada de ETA en Portugal» pero recordó que los dos países ibéricos están dentro de la Unión Europea, con fronteras abiertas, lo que facilita el paso de miembros dela banda ETA a Portugal. Sobre la posibilidad de que la presión policial en Francia haya empujado a miembros de ETA a organizarse en Portugal, dijo que se trata de «una hipótesis de trabajo que no se puede dejar de lado». En cuanto al atentado de Durango, subrayó que la policía portuguesa trabaja de forma conjunta con la española. «Hoy hablé con el director general de la Policía española sobre este caso y estuvimos de acuerdo en que la colaboración entre las fuerzas policiales de los dos países es mucho mejor que tiempo atrás», añadió. Aseguró que el coche en el que presuntamente huyeron los terroristas en el atentado de Durango pertenecía a una una compañía de alquiler, «contratada en Portugal vía telefónica en la localidad de Quarteira y entregado en Oporto». Dijo que la persona que lo recogió se identificó como ciudadano español y que sus documentos «no tenían correspondencia legal, eran falsos».