La nueva Ley de Financiación de Partidos prohibe los donativos anónimos

Se acabaron los ingresos anónimos de los partidos. La nueva ley de financiación, aprobada hace unas semanas por el Congreso, prohíbe a las formaciones recibir dinero de personas o entidades desconocidas. Este principio general tendrá un impacto muy concreto en las arcas de las agrupaciones políticas: ocho de cada diez euros que ingresan en concepto de donativos tendrán que tener nombre y apellidos o desaparecer. Así se desprende del último informe del Tribunal de Cuentas, en el que se recoge que los partidos recibieron 7,9 millones de euros de procedencia ignorada en 2004, último de los ejercicios analizados. Las aportaciones nominativas se quedaron en 1,7 millones. Esta cantidad supone apenas un 17,7% del total de donativos y fue cedida por personas físicas, medio millón, y jurídicas, 1,2 millones. El fin de esta vía anónima de financiación tiene para los partidos un valor más simbólico que económico, ya que apenas representó un 2,9% de los cerca de 275 millones de euros que ingresaron en 2004. El órgano fiscalizador, con todo, podrá comprobar a partir de ahora que ninguna persona realiza una aportación superior al límite legal. Para compensar la pérdida, los grupos parlamentarios se han preocupado por incrementar su financiación por otras vías.