El decreto sobre los deberes del alumno reforzará la autoridad de los profesores

El 17 de mayo se publicó en el Boletín Oficial de Castilla y León un nuevo decreto por el que se regulan los derechos y deberes de los alumnos y la participación y los compromisos de las familias en el proceso educativo, y se establecen las normas de convivencia y disciplina en los Centros Educativos de la comunidad. La existencia de conflictos en el ámbito escolar provoca una especial preocupación en la comunidad educativa y en la sociedad en general, y exige una respuesta adecuada por parte de los poderes públicos. La convivencia escolar adecuada es un requisito para un proceso educativo de calidad, siendo igualmente su resultado. Convivencia y aprendizaje son dos aspectos estrechamente ligados entre sí, que requieren que el respeto de derechos ajenos y el cumplimiento de obligaciones propias se constituyan en finalidad y en un verdadero reto de la educación actual. Por ello, la Junta, por iniciativa de la Consejería de Educación aprobó este nuevo decreto. El objetivo es una regulación de los derechos y deberes de los alumnos y de la participación y de los compromisos de las familias en el proceso educativo, así como el establecimiento de las normas de convivencia y disciplina en los centros educativos no universitario de Castilla y León. Así mismo, se pretende reforzar la autorización de los profesores, mediante herramientas disciplinarias que, estos pueden y deben utilizar en el mismo momento en el que tiene lugar una conducta perturbadora de la convivencia. Por último, y para aquellas conductas que perjudican gravemente la convivencia escolar, se configurará un régimen de infracciones y sanciones y un procedimiento sancionador claro y estructurado, que facilita su comprensión por toda la comunidad educativa y agiliza su desarrollo. Todo ello con el objetivo de conseguir los máximos beneficios en la educación de los escolares de la comunidad. «Esperamos que los profesores vayan aplicando poco a poco esta normativa aunque sabemos que es complicado. Así mismo, con esta nueva medida queremos dar tranquilidad a los padres de los alumnos», explicó el viceconsejero de Educación, Fernando Sánchez-Pascuala. Otro asunto que quiso trata el viceconsejero de Educación fue el profesorado. La Junta de Castilla y León gestiona 6.000 profesores repartidos por toda la comunidad. En los últimos años ha detectado un grave problema tanto de cantidad como de calidad en el sector de los docentes. Los planes de enseñanza se han modificado, siendo cada vez más complejo y con muchas asignaturas nuevas. Por este motivo resulta complicado conseguir profesorado para cada especialidad. «El sistema educativo español se tiene que replantear, ya que faltan muchas titulaciones y no se pueden conseguir profesores que estén especializados en las nuevas materias que se imparten en los centros escolares», explicó Sánchez-Pascuala.