Guillán: «La reagrupación de los inmigrantes se enfrenta a un lento proceso»

La reagrupación familiar de los extranjeros que residen en León, se desarrolla a través de un proceso lento y en ocasiones se enfrenta a la «negativa» de las instituciones oficiales «violando así los derechos humanos reconocidos en la Constitución y en la misma declaración de los derechos», afirma Vicente Guillán, responsable del área de inmigración de Cáritas. En la actualidad, la ley que sólo reconoce la reagrupación vertical, se muestra «inflexible» a la reunión con los ascendientes y poco menos rígida con los descendientes, denegando en ocasiones el reagrupamiento de hijos a extranjeros que muestran de forma «sobrada» una estabilidad social y económica. Una situación «incomprensible» para Guillán, ya que el Banco Mundial aconseja un volumen de extranjeros para España próximo a los cuatro millones y medio de inmigrantes. La nueva realidad que comienza a manifestarse en los estamentos jurídicos suele «resolverse a favor del inmigrante», aunque tal y como asegura el responsable de inmigración de la organización leonesa es un proceso «costoso» ya que en ocasiones supera los 1.800 euros entre los gastos de abogado y procurador. Contenciosos que se comparten con los juicios por irregularización, algo que Guillán asegura que «no es delito» y que comienzan a resolverse a favor de los extranjeros previa multa, pero que evita la expulsión.