Rajoy ve aún muy lejos su sucesión y apunta que antes será la de Zapatero

Mariano Rajoy se abonó a las tesis de Eduardo Zaplana para ahuyentar el debate sucesorio en el PP y explicó que es un asunto que no le ocupa porque ve su sucesión «muy lejos». En un intento por espantar la polémica, remitió la cuestión al PSOE y a su líder, José Luis Rodríguez Zapatero, para que se lo plantee «cuando pierda las elecciones el año que viene». Durante su visita a Alicante, el presidente del primer partido de la oposición abrió el camino del nuevo curso político, que afronta con clara voluntad de orillar las controversias internas, centrar sus críticas en la gestión del presidente del Gobierno y publicitar su programa electoral que tiene previsto presentar en un gran acto público, a principios de año. Rajoy se acogió al británico «sin comentarios» cuando los periodistas le preguntaron por las recientes declaraciones de Manuel Fraga, quien recomendó «ir preparando las sucesiones». Estas palabras sonaron en el PP como un descarado respaldo del presidente fundador al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, a quien se considera entre los populares el origen de la controversia por haber reiterado este verano su deseo de concurrir a las elecciones generales en la candidatura del Congreso. El dirigente madrileño correspondió con idéntica simpatía al gesto del veterano político y dijo este jueves que todos en el PP consideran al ex presidente de la Xunta «un referente moral extraordinario». Pero también puntualizó que Fraga «es el primero que nos anima a todos a trabajar para ganar las elecciones generales» y para que «Rajoy sea el próximo presidente del Gobierno», que es lo que siempre ha declarado el alcalde que persigue al ofrecerse como candidato en la lista de la capital. No todos sus compañeros interpretan su ambición del mismo modo y le acusan de perseguir un escaño en el Congreso para alcanzar el liderazgo del partido si Rajoy fracasa en los comicios. El vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, a quien se considera «mano derecha» de la presidenta Esperanza Aguirre, se mostró abiertamente crítico con el comportamiento del alcalde y, sin citarle expresamente, calificó de «desafortunadas» sus declaraciones. González censuró a quienes «plantean cuestiones que sólo les interesan a ellos» y reprochó que causen «malentendidos» que resultan perjudiciales para el partido. Acto de precampaña Mientras confía en que la polémica languidezca por ausencia de nuevos comentarios, Rajoy ha puesto a trabajar a todas las instancias del partido en los preparativos electorales. El coordinador de la campaña, Pío García Escudero, celebró esta semana varias reuniones con sus colaboradores, así como el director del programa, Juan Costa. La dirección popular prepara un gran acto público de presentación de la oferta electoral a principios de año, en el que confluirán las conclusiones de las conferencias sectoriales ya celebradas y los documentos que en estos momentos se elaboran en el PP. El líder popular no ha querido denominar convención a esta convocatoria por no reunir los requisitos reglamentarios que los estatutos prevén para dicho órgano, cuya celebración está prevista todos los años en los que no se celebra congreso. Los preparativos de una convención, tal y como prevén los estatutos, supondrían un enorme esfuerzo al aparato organizativo que se vuelca en la precampaña, por lo que esta posibilidad ha sido desechada por la dirección. El acto político del sábado en Soutomaior (Pontevedra) será la apertura oficial del nuevo curso político en el PP pero Rajoy ya ofreció un adelanto este jueves al hacer un balance del verano que, en su opinión, estuvo marcado por el «deficiente» funcionamiento de los servicios públicos y el atentado de ETA. Reiteró su voluntad de apoyar «incondicionalmente» al Gobierno para la derrota de la banda titerrorista y pidió a Rodríguez Zapatero que «ponga en marcha inmediatamente» el proceso de ilegalización de ANV. se haga.