El campo se teme que deberá pagar la factura de la lucha contra la plaga

La factura de la plaga de ratones se va a pasar a cuenta del campo, que verá mermada la línea de ayudas programada para conceptos claves de desarrollo rural o modernización, que serán desviadas a hacer frente a la voracidad de los roedores. Este es, al menos, el tenemos expresado desde el sindicato leonés Ugal, que ayer alertó sobre nuevas consecuencias para el campo presentada como daños colaterales de la plaga de topillos. «Ahora nos encontramos con otro problema añadido ala daño que han causado los ratones. Mucho nos tememos que nadie ha decidido habilitar un presupuesto extraordinario para hacer frente a la lucha contra la plaga, y que esas medidas para las que hacen falta cientos de millones, se van a cargar a partidas ya destinadas de antemano a apoyar el desarrollo rural o la modernización del campo». Llorente concretó su temor en el efecto que pueden tener para los programas de relevo generacional, cesa anticipado o ayudas a zonas desfavorecidas, el gasto extraordinario que ha supuesto hasta la fecha el plan de lucha contra los ratones. «Nosotros pedimos a la administración que concrete cuál es la inversión que se ha destinado a frenar la plaga de ratones, además de definir cómo se va a pagar los gastos que han supuesto los medios desplegados. Y si debe habilitar un presupuesto extraordinario, que lo haga. Lo que no se puede admitir es que los agricultores seamos los paganos de la situación con los daños de la plaga que no se quiso atender a tiempo y además seamos también los que carguemos con la factura de los gastos que ha ocasionado la plaga a través de partidas presupuestarias que estaban destinadas de antemano para otros conceptos», expresó el líder de Ugal, que también lamentó que las consecuencias económicas por la plaga no hayan finalizado. «Habrá más pérdidas», vaticinó.